Entre los 27 liberados la noche del jueves por el caso Tepito, se encuentra Héctor Ávalos Lara un joven intérprete conocido en el mundo de la música como El Serafín De La Salsa.
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En entrevista para MILENIO explicó que aquel día, él fue contratado para ambientar una fiesta en la calle de Peralvillo número 25 donde los sospechosos fueron arrestados.
'Serafín de la Salsa' amenizaba fiesta cuando llegaron policías a Tepito
Su contrato se hizo la tarde del lunes a través del número de su móvil que se encuentra su cuenta de Facebook.
"Llegué a las 23:15 y me instalé como en 15 minutos y el contrato era de dos horas, así que canté de las 23:30 a la 1:30, pero se me pidió que me quedara una hora más y yo dije que sí".
El Serafín asegura que en el lugar la gente estaba bailando, conviviendo, riéndose, cantando, sacándose fotos, y que en ningún momento vio drogas, sólo algunas botellas de alcohol.
Recuerda que fue justo cuando comenzaba la tercera hora de música, por la que le pagaron, cuando al lugar llegaron decenas de policías con el rostro tapado y cargando armas, dispuestos a revisarlos de pies a cabeza.
"Entraron agresivamente, con groserías y a algunos nos golpearon y nos despojaron de nuestras pertenecías, ahora entiendo que buscaban armas, drogas, pero a ninguno le encontraron algo.
"A mí me dijeron, tú también hijo de tu tal por cual, y ¡pum!, que me pegan y que me tiran al suelo, a las chavas las agarraron de las greñas y se las llevaron, muy mal plan, muy mal plan", comparte El Serafín, quien ahora sólo busca que su imagen se limpie, pues no quiere que su carrera se vea afectada.
Cuenta que durante la fiesta los invitados se dieron cuenta que afuera la policía realizaba un operativo pero nunca imaginaron que luego irían por ellos.
"De hecho cuando ya llevaba la segunda hora, ellos se dieron cuenta que venía un operativo y me dijo el chavo, 'sigue cantando, no tenemos nada' y yo seguí cantando, dije -no pues si vienen nos van a revisar y listo no hay problema-, no, no llegaron a revisar, llegaron con groserías y ¡pum!", recuerda.
Dice que lo más extraño fue el tiempo que transcurrió desde la detención de las 32 personas hasta que las pusieron a disposición del Ministerio Público.
"Nos sacan con groserías, con la cabeza agachada y con las manos en la nuca, si uno decía algo usaban la violencia; ya en el vehículo estuvimos desde de la 1:40 y hasta que nos presentaron en el Ministerio Público, yo creo que pasaron unas, cinco o seis horas. Es mucho tiempo para estar todo esposado y sin que nos presentaran".
VJCM