El Tribunal Electoral aprobó el diseño de las boletas para la elección de juzgados de distrito y magistraturas de circuito, a pesar de que reconocieron que son “complejas” y “no es lo más didáctico posible”, por lo que ordenaron al INE que emita lineamientos para explicar los errores que llevarían a la anulación del voto.
Ante la aceptación de lo complicado que será la votación, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al INE que emita dos tipos de criterios para auxiliar al electorado durante la jornada electoral y garantizar la validez de los sufragios.
- Te recomendamos ¿Quiénes son las candidatas a magistradas de la Sala Superior del TEPJF? Política

Los primeros lineamientos, para dejar claro cómo será el escrutinio y cómputo de la votación, es decir, que especifique los escenarios en los que se podría anular la votación, para que la ciudadanía sepa cómo votar para que su boleta sea válida. Y los segundos, serían para apoyar a personas que no saben leer ni escribir, para que puedan ser asistidas por alguien de confianza para que plasmen su voto con números, como exige este diseño.
De esta manera, nuevamente por mayoría de votos y con el rechazo de la magistrada Janine Otálora y el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón quienes consideraban que el diseño podía hacerse más fácil, únicamente ordenando que las candidaturas ya no estén revueltas sino que se dividan por especialidad, el diseño de las boletas se aprobó en definitiva, a pesar de que la propia presidenta del Tribunal Electoral, Mónica Soto reconoció su complejidad.
“Sí me parece que el diseño de las boletas no es lo más didáctico posible, eso no lo podemos negar, me parece que es evidente, son boletas que tienen mucha información, incluso yo tengo por aquí algunas muestras que es muy diferente al que estamos acostumbradas aquí en México.
“Pudiera ser que para mí pudiera haber un mejor diseño, pero la decisión mayoritaria nos da una confianza y certeza de que, habiendo otras posibilidades, coincidieron por mayoría en que esta es la mejor opción”, aceptó la magistrada presidenta.
Mónica Soto mostró las boletas señalando que, de entrada, no podrían compararlas con los modelos que la ciudadanía mexicana está familiarizada, pues son distintos empezando por la gran cantidad de candidaturas.
Y sostuvo que si el INE tuvo varios meses de análisis en los diseños y se llegó incluso a pensar hasta en la posibilidad de que la boleta fuera en realidad un cuadernillo, la opción que obtuvo mayoría de votos, es la más viable pese a sus complejidades.
Boletas son confusas y llevarán a errores de la ciudadanía
Al explicar su voto en contra, la magistrada Janine Otálora detalló que con la complejidad de las boletas, con decenas de nombres sólo divididos por género y enlistados por orden alfabético, la ciudadanía podría confundirse y llevar a que su voto se anule.
“Considero que las boletas son confusas y no comparto la conclusión del proyecto porque estimo que sí podrían conducir al error de la ciudadanía, estimo que estamos demeritando el ejercicio efecto del derecho de la ciudadanía a votar pero también de las candidaturas a ser votadas en una falta de claridad en las boletas electorales.
“Estimo que lo que tenemos que hacer es garantizar el ejercicio efectivo de estos dos derechos políticos. No advierto que haya motivo para que se resuelvan los cargos únicamente dividiendo a las candidaturas por orden alfabético, cuando es posible respetar ese orden pero dividiéndolo por especialidad o materia como ha sido todo el proceso”.
Incluso, criticó que si de por sí esta elección implicaba muchos desafíos, éstos sólo se agravaban más “cuando las autoridades determinan no enmendar las complicaciones que se van generando”.
Y cuestionó qué pasaría si la ciudadanía no comprende que debe elegir a una persona por cada color o coloca el número de su candidatura, en la casilla de un color diferente a la especialidad que corresponde.
“¿Qué ocurre si un elector asienta en todas sus opciones números que correspondan a candidaturas de una misma materia?, ¿o si sólo asienta una opción, pero lo hacen en una casilla de color distinto al que le correspondería esa candidatura debido a su especialidad?”.
Otálora propuso que se revocara el diseño para que se dividiera por especialidades como proponían algunas consejerías en el INE y que además, la boleta debería contener un instructivo de cómo se debe votar para evitar confusiones.
En lo que estuvo de acuerdo el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, quien criticó que la falta de claridad y simplicidad en la boleta generará muchas confusiones al momento de votar.
“Las personas que se están postulando a las mismas especialidades aparecen en distintos niveles de la boleta; para la ciudadanía sería más fácil de identificar por quién van a votar y por qué cargo, si se agruparan por especialidad, respetando el orden alfabético”.
Pero otra vez, se quedaron en minoría e incluso, el magistrado Felipe Fuentes, ponente de este proyecto, acusó que se trataba de especulaciones.
“Es generar confusión con escenarios hipotéticos porque además, es un asunto inédito, hacer especulaciones de lo que podría pasar no podría implicar que cambie mi criterio. Y anexar un instructivo aumentaría el tiempo de votación y complicaría más el tema”.
Lo que replicó Rodríguez Mondragón: “¿es una apreciación subjetiva la confusión pero no es una apreciación subjetiva la no confusión?
“¿Es una especulación decir que la autenticidad y simplicidad de la boleta es un requisito que se puede analizar a partir de su diseño, pero no es una especulación decir que aumentará el tiempo del votante en la casilla si tiene lineamientos? Me parece que ni son especulaciones ni una ni otra, ni son elementos subjetivos”.
Sin embargo, por mayoría de votos, se aprobó el diseño de las boletas y se ordenó al INE que emita lineamientos para “que determine con total claridad, lo concerniente a la validez o nulidad de los votos”, así como la medas de apoyo, para que las personas que no saben leer ni escribir y las que se encuentran impedidas físicamente, puedan ser asistidas por una persona de su confianza el día de la votación.