Una vez aprobado el dictamen de elegibilidad de la terna propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, las candidatas a ministra de la Corte comparecieron ante el Senado para explicar el por qué de su interés de cubrir la vacante que dejó Margarita Luna Ramos.
La primera en exponer fue Yasmín Esquivel, quien aseguró que, de ocupar el cargo lo ejercerá con plena autonomía, independencia, responsabilidad y transparencia que reclama la función jurisdiccional.
“Soy una mexicana profundamente orgullosa de nuestras raíces y cultura, pues en cada una de las páginas de la historia hemos demostrado que somos un pueblo con fuerza, con integridad, convicción y valor”, dijo al iniciar la pasarela de comparecencias en el Senado.
Comentó que el país requiere instituciones fuertes que aseguren para todos un auténtico Estado de Derecho y por ello se presenta como una servidora pública con más de 30 años de servicio.
“Con una enorme compromiso social, con un profundo amor a México, que es lo único que me impulsa a aspirar este cargo, de este modo pueda afirmarles que, de ser favorecida con su voto para formar parte del máximo tribunal del país durante el desempeño de mi encargo reafirmaré mi compromiso irrenunciable con la justicia y el derecho, ya que es la forma en que las instituciones respetan y mantienen vigentes los derechos humanos vamos a México y con la frente en algo puedo decirles que mi misión mi convicción es la de servir”, explicó.
Celia Maya reconoce apoyo a proyecto de AMLO, pero advierte que no servirá a un partido
En su turno, Celia Maya declaró abiertamente su apoyo al proyecto de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero dijo que de asumir ese encargo en el Poder Judicial lo hará con estricto apego a la Constitución.
“Pido su voto por su servidora, con las bases de mi acreditada vocación jurídica de más de 40 años de servicio en el Poder Judicial. Tengan la certeza de que mi papel, de ser electa por ustedes, será de lealtad a la Constitución y a las leyes, no a un partido, no a una persona ni menos a un grupo de interés o depresión”.
Dijo que le honra y distingue formar parte de la propuesta enviada al Senado por el Presidente, quien ha iniciado una nueva época de cambios en el país.
“No niego mi simpatía hacia la legitimidad del proyecto de gobierno que encabeza porque coincide con los intereses de la nación y recupera la mejor tradición del gobierno honesto y responsable, adecuada en estos tiempos de incertidumbre y de carencias, pero de ser electa por ustedes senadores mi lealtad será con los fines y valores expresados en nuestra Carta Magna”.
Ante el pleno, la magistrada queretana y aún militante de Morena expresó que constituye para ella un alto honor comparecer por segunda ocasión en el Senado, al exponer que las instituciones de la República necesitan equilibrio de poderes para por funcionar con pesos y contrapesos.
“Pido su voto por su servidora con las bases de mi acreditada vocación jurídica de más de 40 años de servicio en el poder judicial. Tengan la certeza de que mi papel, de ser electa por ustedes, será de lealtad a la Constitución y a las leyes, no a un partido, no a una persona ni menos a un grupo de interés o depresión”.
Con una copia de la Constitución en la mano, puntualizó que la independencia y libertad de los juzgadores es la base de la independencia del poder.
Ofrece Loretta Ortiz velar por división de poderes
En el último turno para exponer ante legisladores su proyecto como candidata a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Loretta Ortiz dijo que su aspiración es impulsar una justicia más cercana al pueblo de México y a la sociedad civil organizada y contribuir así al fortalecimiento y recuperación de la confianza en las instituciones judiciales.
“Para cumplir ese propósito, una de mis prioridades más afincadas será sostener y promover una política de tolerancia cero ante la corrupción, el tráfico de influencias y el nepotismo en todos los niveles del Poder Judicial, así como en todos los ámbitos de la administración pública”.
Ofreció que de ser electa ministra, pondrá al servicio de la sociedad y de la justicia toda su experiencia, conocimientos y dedicación para la construcción de un auténtico Estado de derecho en el que se pueda cerrar las brechas de la desigualdad y acortar las distancias entre mexicanos”.
“Velaré por respetar y proteger la división de poderes, los valores republicanos y la democracia de nuestro país. De brindarme su confianza la honraré, me conduciré de manera independiente, imparcial y objetiva, me refiero exclusivamente con base en derecho el positivo y convencional mexicano y tendré como máxima autoridad a la Constitución política de los Estados Unidos mexicanos”.
evl