Las tiendas de conveniencia se han convertido en blanco del crimen organizado en la última década. Esta semana, Guanajuato, Chihuahua y Jalisco fueron escenario de destrozos con víctimas mortales, principalmente en tiendas de la empresa multinacional FEMSA; sin embargo, la primera vez que Guanajuato vivió ataques en serie a las tiendas Oxxo fue en 2012.
En enero del 2014, un grupo delictivo irrumpió con armas de fuego y bombas caseras en tiendas Oxxo ubicadas en Hidalgo y el Estado de México, la cifra extraoficial era de nueve establecimientos, pero la cadena FEMSA reconoció daños a sólo cinco que fueron asaltados, tres de ellos incendiados dejando dos heridos. Lo que ocasionó el cierre temporal de las franquicias en esos estados.
Por esa serie de ataques, que también incluyeron el saqueo a la caseta de cobro de Ajoloapan y una gasolinera baleada, 19 personas fueron vinculadas a proceso acusadas de crimen organizado, lesiones y privación ilegal de la libertad.
Algo similar ocurrió en Uruapan, Michoacán, en septiembre de 2021, cuando dos tiendas Oxxo fueron rafagueadas e incendiadas, pero de ello no hubo detenidos.
Aunque no es la primera vez que se registran ataques aleatorios a franquicias como Oxxo o Se7en Eleven, nunca antes se había visto una ola como la que se vivió en Guanajuato el 11 de agosto, donde 25 establecimientos fueron atacados. En Ciudad Juárez, Chihuahua, los empleados de esta cadena comercial recibieron la orden de cerrar tras los ataques, mientras que las Universidades y maquiladoras también cesaron actividades.
LG