¿Sabes cuál era la esquina más importante de Toluca en el siglo XIX? Esto dice la historia

Especial de Fin De Semana

En la década de los 70 si se quería visitar a una persona en la cárcel, al juez, a un diputado o al gobernador, bastaba caminar unos metros, todos se encontraban en el mismo lugar.

El edificio reunía a los tres poderes. | Iván Carmona
Claudia Hidalgo
Toluca /

En los años setenta, pero del siglo 19, como dice el refrán “todos los caminos llevaban a Roma”. Si se quería visitar a una persona privada de su libertad, luego al juez que llevaba la causa, al legislador o al mismo gobernador, no hacía falta trasladarse mucho; bastaba con ir de una oficina a otra o por mucho subir una escalera.

En esa época la esquina más importante de la ciudad de Toluca y de todo el Estado de México era: entre las calles Lerdo y Nicolás Bravo. Desde ahí se hacía justicia, se dejaba de ver el sol, se promulgaban las leyes y se marcaba el rumbo de la entidad.

Todo estaba a cargo sólo de hombres y todo se encontraba en un solo lugar: la cárcel, la Procuraduría de Justicia y las sedes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El edificio del Poder Judicial del Estado de México (PJEM), tenía en la planta baja los separos, en la esquina la Procuraduría; en la parte superior estaba la oficina del gobernador, mirando al estacionamiento y a un costado la casa de gobierno; en la oficina que mira hacia Nicolás Bravo el Poder Legislativo y en el salón de plenos o “Salón Rojo”.

El Niño Héroe

El actual presidente del PJEM, Ricardo Sodi Cuellar, da cuenta de la historia de la sede que ocupa el Tribunal Superior de Justicia, en el primer cuadro de la capital mexiquense, donde confluye la sede del Poder Ejecutivo, el Congreso estatal, el ayuntamiento de Toluca, así como el Teatro Morelos, la Catedral y Los Portales.


Este edificio, dijo, fue construido por un niño héroe: Ramón Ramírez y Arangoity. “El arquitecto que hizo este edificio peleó el 13 de septiembre de 1847 defendiendo el Colegio Militar como cadete”, pero no fue muy conocido porque estaba aliado al bando de Los Conservadores, que además de perder la guerra, fueron borrados de la historia.

Al menos su nombre es reconocido en una placa donde está grabado y se reconoce su contribución a lo que es hoy la sede de la justicia mexiquense.

“El 5 de mayo de 1870 se comenzó la obra de este palacio bajo la administración del C. Mariano Riva Palacio. El 16 de setiembre se trasladaron los poderes Legislativo y Ejecutivo bajo la administración de C. Albero García. Ingeniero Director Ramón Rodríguez y Arangoity” se puede leer.

Su ingenio y capacidad no sólo permitió obtener los trazos de este palacio, ya que también hizo la presidencia municipal de Toluca y bosquejó La Catedral.

Fue un joven que logró destacarse mucho como arquitecto con este tipo de obras, pero también formó parte de los cadetes que defendieron Chapultepec del ataque de los americanos y eso lo hace digno de recordarse.

En 1874 Toluca ya era capital de la entidad y no tenía inmuebles para albergar a los poderes del estado. El objetivo fue ahorrar recursos al erario estatal y dejar los inmuebles arrendados.

El gobernador despachó en el segundo piso y a un costado estaba la Casa de Gobierno, en donde se hospedó alguna vez el general Porfirio Díaz, como presidente de México. El Legislativo también estuvo en el segundo piso, en el salón de plenos, durante 19 años, es decir, ocho Legislaturas.


En esa época los tres poderes estuvieron en un mismo edificio, el cual mantuvo su estructura externa e interna hasta 1965, cuando el gobernador Juan Fernández Albarrán transformó el centro de la ciudad.

Fernández Albarrán fue el último gobernador que despachó desde la calle de Bravo, pero a Carlos Hank le tocó estrenar el nuevo recinto del Ejecutivo, ubicado en la calle de Lerdo.

En 1969, dijo, se inauguró el Palacio de Gobierno y como la Legislatura ya estaba fuera, el edificio se convirtió en el Palacio de Justicia, donde se albergó simultáneamente a la Procuraduría que, en 1986, se mudó a la calle Morelos, al oriente de la ciudad. Con las oficinas del Palacio de Justicia también estuvieron en la planta baja los separos, la cárcel.

“El edificio ha tenido adecuaciones, en el primero estaban las sedes de los tres poderes del estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El gobernador estaba en la oficina que yo ocupo. El salón de plenos era sede legislativa, se le conocía como Salón Rojo y el Salón Constitución era la sede del Poder Judicial, que en ese entonces era muy pequeño”.


KVS

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