“Le aprendí a Cuauhtémoc Gutiérrez; de Beatriz Paredes, lo que no se debe hacer”

ENTREVISTA | Tonatiuh González

El coordinador del Revolucionario Institucional en el Congreso de Ciudad de México tiene como “su Dios” al ex mariscal de campo de los Delfines de Miami Dan Marino.

El priista presume los colores de su equipo de la NFL. (Javier Ríos)
Cinthya Stettin
Ciudad de México /

Tuvo como maestro en política a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y de Beatriz Paredes, dice, aprendió lo que “no se debe hacer", sin embargo, su “único dios” es Dan Marino. Tonatiuh González, ex secretario general del PRI en CdMx y actual coordinador del tricolor en el Congreso capitalino es un fan de los Delfines de Miami de la NFL y americanista confeso en soccer.

Su infancia y adolescencia las vivió en Villa Olímpica,Tlalpan, entre carencias, por lo que ante la preocupación de su madre y el abandono de su padre tuvo que dejar sus estudios universitarios para apoyar a su familia.

¿Cómo fue su infancia?

Feliz pero con carencias. Gracias a Dios fue sana, que eso era lo importante. Viví en Villa Olímpica, allá en el sur, en Tlalpan. Había mucho extranjero que fumaba mariguana; entonces, sí estábamos bien sentenciados, tanto mis hermanos como yo, que donde nada más llegáramos oliendo a cigarro o le diéramos una fumada, no nos la íbamos a acabar. Una vez llegué oliendo a cigarro normal y si me agarró mi mamá a ganchazos y me metió a la regadera a bañarme con agua fría.

¿Cuándo ve que no les alcanza?

Cuando mi papá se va del hogar yo tenía unos 8 o 10 años. Mi mamá nos sacó adelante. En una cuestión de desespero se dedica a rentar habitaciones del departamento donde vivíamos, entonces todos nos fuimos a dormir a un solo cuarto. Cuando empiezo a crecer veo que las deudas siguen aumentando, así como el mantenimiento de donde vivíamos y varias cuestiones, entonces de repente no dormía, y es cuando yo decido que prefiero salirme de la escuela y meterme a trabajar.

¿Borrarías la etapa de carencias?, ¿qué aprendiste?

No borraría esta etapa. Estos son aprendizajes de la vida. Lo primero que aprendí fue la humildad y, segundo, a tener los pies en la tierra. Yo siempre voy a ser Tonatiuh y seguiré siendo Tonatiuh. Los cargos son esporádicos.

¿En qué comenzaste a trabajar para ayudar en casa?

Empiezo a trabajar entre los 15 y 16 años. Llegué a trabajar en Lobo, seguridad de conciertos, me llegué a aventar más de 120 conciertos. Me acuerdo que me tocó uno del TRI, y yo estaba todo espantado porque, según yo, quería meter orden en el Palacio de los Deportes y los seguidores del TRI lo único que hicieron fue mandarme a volar. Entonces me preguntaban: "¿Cómo vas?", y yo respondía: "Todo bien , tranquilo", ni les decía nada. También trabajé en una tienda de artículos de decoración para casa. Después varios amigos y yo empezamos a buscar trabajo, hasta que uno de ellos, se empieza a meter en la cuestión política y de ahí me presenta con Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.

¿Cómo inicia políticamente?

En el Frente Juvenil. Me mandan de representante para la elección entre Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y Hugo Eric Flores, actual dirigente del Partido Encuentro Social. Flores era el fuerte, era el candidato oficial que traía apoyos. A mí me dicen que me vaya al distrito 32 de aquel entonces en Coyoacán. Ahí me voy, yo no sabía nada, absolutamente nada, pero conozco a Gregorio Mejía, que era un líder en esta demarcación y él me empieza a ayudar. En cuestión de un mes logré conseguir más o menos 150 votos para la planilla que encabezaba Gutiérrez, la cual ganó. Lo que sí llama la atención ahí fe que alguien que no sabía nada de política, porque yo ni sabía qué era el PRI, PAN y PRD, consiguiera votos. De ahí me nombran presidente del distrito 40 de los jóvenes del PRI en Tlalpan, después secretario de elecciones, de organización del frente juvenil.

¿De quién aprendiste más?

Si tengo que decirlo, de Gutiérrez de la Torre, era parte del equipo de él. En su momento, lo tengo que decir, de Beatriz Paredes, porque cuando yo entré, la admiraba. Beatriz, con todo respeto, cuando la voy conociendo como persona fue una total decepción. Primero era ella, y después ella, a su equipo nunca le daba apoyo. No era alguien que me tocara ver que se partiera la cara en la mesa por defender a sus correligionarios.

¿De ella aprendió lo que no se debe hacer?

La verdad es que sí.

¿Pesa decir que aprendió de Cuauhtémoc Gutiérrez?

No, no pesa porque la verdad ahí están los antecedentes políticos de él. Las veces que ha sido diputado tanto en 1994 y 2000, pues me tocaba ver. La verdad, había más nivel en esas asambleas, de entrada, y me tocaba verlo subir a tribuna y debatir contra Armando Quintero, entre otros. Llegó a ver veces en la que él solito se aventaba hasta 10 y 12 perredistas de un jalón. Me tocó ver cómo se manejaba como diputado y aprendí de eso.

Es fan del americano...

Mi dios es Dan Marino, que después de 38 años de vida lo pude conocer. Cuando lo conocí le pregunté a mi esposa: "¿Qué hago?". Yo siempre dije que cuando lo viera me iba a hincar y a besarle la mano, y quería llorar, pero como estábamos en un evento medio formal de donativos, mi esposa me respondió: "Te vas a ver muy mal, aguántate”. Traía las lágrimas a punto de salir.

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