La Legislatura mexiquense aprobó declarar a los Toritos y la Castillería Pirotécnica mexiquense como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de México, con el fin de recuperar y preservar el arte de la pirotecnia, una de las tradiciones de la entidad.
Debido a la actividad pirotécnica que se presenta en 62 municipios mexiquenses, entre los cuales sobresale Tultepec, capital auto declarada “De los fuegos artificiales”, y representa una tradición y representación histórica, cultural y artística en la conmemoración de las fiestas tradicionales, patronales, conmemorativas o particulares.
El dictamen fue avalado a propuesta de la diputada Myriam Cárdenas Rojas del grupo parlamentario del PRI en la sesión de este martes, a la cual acudieron artesanos pirotécnicos de Almoloya de Juárez, Ecatepec, El Oro, Jocotitlán, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Tultepec y Temascalcingo.
Previó a la aprobación, la legisladora destacó que desde el siglo pasado la entidad ha sido reconocida por su amplia tradición en la elaboración, fabricación y distribución de artículos pirotécnicos, las cuales representan aproximadamente el 60 por ciento de la producción del país.
La bancada del PRI en el Estado de México determinó imprescindible reconocer el trabajo de las y los artesanos e industriales en la elaboración de los ‘Toritos y la Castillería Pirotécnica Mexiquense’, pues es una expresión de creatividad, cuya peculiaridad, unidad, rareza y antigüedad les confiere un valor universal o nacional excepcional.
A la sesión plenaria acudieron José Guadalupe Solano, Dr. Pirotecnia de Tultepec; representantes de Apiromex y de distintos mercados de artesanías pirotécnicas, Francisco Fortunato Cortés Ramírez, presidente de La Saucera, Tultepec; Gilberto Ramos Delgado, presidente del Mercado de Artesanías Pirotécnicas de Zumpango.
También estuvieron Marciano Silva Martínez, presidente de la Zona Norte del Estado de México, El Oro; y la Unión de Pirotécnicos de Almoloya de Juárez, así como el director general del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, de Derek Isaac Cancino Aguilar.
BAFG