Torre Esmeralda, la sede alterna de Emilio Lozoya

Ex funcionarios de Petróleos Mexicanos confirmaron a MILENIO que Lozoya Austin atendía en esa oficina asuntos privados acompañado solo de su equipo más cercano.

Lozoya fue recogido por helicópteros de PEMEX en varias ocasiones en la torre, de acuerdo a funcionarios consultados. (Octavio Hoyos)
José Antonio Belmont
Ciudad de México /

Durante su gestión al frente de Pemex, Emilio Lozoya despachó desde una “oficina alterna” y privada en Torre Esmeralda, cerca de Reforma y Paseo de las Palmas, en el mismo complejo de edificios en donde Odebrecht mantuvo su sede en México en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Ex funcionarios de Petróleos Mexicanos confirmaron a MILENIO que Lozoya Austin atendía en esa oficina asuntos privados acompañado solo de su equipo más cercano, compuesto por Rodrigo Arteaga Santoyo, su ex secretario particular; Froylán Gracia, coordinador ejecutivo de la Dirección general de Pemex; Carlos Roa Rodríguez, ex jefe de asesores y Edgar Torres, director de Pemex Fertilizantes.

La oficina y ese círculo íntimo son elementos cruciales en la investigación que abrió la Fiscalía General de la República (FGR) a consecuencia de la denuncia presentada por Lozoya contra el ex presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. En el caso del “despacho alterno”, se presume que ahí habría sido grabado un video que forma parte de las evidencias actualmente bajo análisis pericial.

En el mismo sentido, entre las personas que tenían acceso a esa oficina están los 4 colaboradores de máxima confianza de Lozoya, involucrados en diversas investigaciones por corrupción y que fueron ofrecidos por el ex director de Pemex como testigos en la investigación de la FGR, según reveló MILENIO en su edición de ayer.

En el caso de Arteaga Santoyo, cabe recordar que desde hace casi un año le fueron bloqueadas sus cuentas por la Unidad de Inteligencia Financiera, mientras que en el de Gracia se difundió un audio en el que fue señalado por cobrar 50 mil dólares para gestionar una reunión con Lozoya.

Funcionarios consultados detallaron que, en al menos dos ocasiones, antes de salir de gira, Lozoya fue incluso recogido por helicópteros de la paraestatal en el helipuerto de Torre Esmeralda, ubicada a menos de 6 kilómetros de la Torre de Pemex en línea recta, lo que en vuelo equivale a menos de 10 minutos.

La oficina alterna se halla, asimismo, en el centro de una cuadra "energética" en la que se encuentran numerosos corporativos dedicados a esta industria, con uno que resalta por encima de los demás: Odebrecht y su filial Braskem, ambas vinculadas a la trama de corrupción en la que se halla envuelto el ex director de Pemex.

De acuerdo al directorio global de Odebrecht, en Torre Esmeralda II y III están dos de sus oficinas en México, una en el piso 6, oficina 677, y otra en el 24; así como de su filial Braskem, la cual formó consorcio con Idesa. Hasta el 27 de febrero pasado, en oficios girados a la Fiscalía General de la República, Odebrecht ubicaba su oficina filial en México en el sexto piso de la Torre Esmeralda.

Como dato paralelo, cabe destacar que, dentro de sus investigaciones sobre la triangulación de fondos para sobornos, la UIF detectó que entre 2015 y 2017 Odebrecht registró numerosas transferencias millonarias desde sus filiales en Torre Esmeralda. Se trata de Odebrecht Ingeniería y Construcción Internacional y Odebrecht Servicios Integrales las cuales transfirieron a terceros montos de 2.1 millones de pesos, así como 23 millones de pesos y 1.2 millones de dólares.

No son los únicos consorcios energéticos en la zona. Frente a la Torre III también se encuentran las oficinas de Iberdrola mientras que a menos de un kilómetro de distancia está el corporativo de la petrolera italiana Eni. Cuando Lozoya Austin dirigió Petróleos Mexicanos, empresas del ramo, como Shell y BG Group decidieron instalarse en la Torre Mayor, ubicada a poco más de 3 kilómetros y solo unos cinco minutos de distancia de la Esmeralda,

En su momento, Rick Ricker, director general de la Torre Mayor, reconoció que la reforma energética había sido “una buena oportunidad” para el inmueble, pues “varias” compañías querían estar cerca de las instalaciones de Pemex y CFE.

Ventajas de la discreción

Al operar desde una oficina privada, Lozoya gozaba de una ventaja adicional: no existen registros públicos de quién le visitó, a diferencia de lo que ocurriría en la torre de Pemex, en donde hay cámaras de seguridad con videos rastreables bajo la ley de Transparencia.

También, por ley los visitantes deben pasar a la recepción y dejar una identificación, generando un folio que puede ser identificado por vía documental.

Pero a esta oficina alterna se suma otra. Un inmueble en la calle de Copérnico, colonia Anzures, también frecuentado por Lozoya y su equipo íntimo.

De acuerdo con autoridades, ahí se habrían dado algunas de las grabaciones que ofreció Lozoya Austin a la Fiscalía General de la República y en el que aparecen lo mismo políticos que directivos de corporativos energéticos.

ledz

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