México pidió ante la comunidad internacional poner a las víctimas de ataques perpetrados por grupos extremistas y terroristas en el centro de la discusión sobre tráfico ilícito de armas y terrorismo.
"El terrorismo no sólo se hace realidad por la existencia de discursos de odio, ni por las profundas raíces que pueden echar en las mentes de las personas, la disponibilidad de armas para que estos grupos ejecuten acciones violentas es un problema de grandes dimensiones y consecuencias", sostuvo Alejandro Celorio, consultor jurídico de la cancillería durante el foro Justicia y Resiliencia: el papel de las víctimas del terrorismo en la lucha contra el uso y tráfico de armas.
Por su parte, la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado, aseguró que para México la prevención de las causas estructurales en estos temas es una prioridad.
"Para México, la prevención, tolerancia, atención de las causas estructurales de este problema deben de ser aspectos esenciales contra el terrorismo y el extremismo violento. Un elemento fundamental de esta prevención es la generación de resiliencia comunitaria frente a la violencia y los actos de terrorismo", dijo durante su intervención este lunes.
Delgado insistió en que el tráfico ilegal de armas en el mundo, como por ejemplo, las alrededor de 500 mil que se estima que cruzan anualmente entre la frontera de Estados Unidos y México, son una de las causas fundamentales para que los grupos terroristas y los grupos extremistas violentos tengan éxito en perpetrar sus ataques violentos.
“Como lamentablemente hemos visto, en los ataques de El Paso, de Christchurch, París, Mumbai, entre otros, un arma de alto calibre en manos de un terrorista tiene efectos devastadores en tan solo unos minutos”, abundó
También denunció que la comunidad internacional debe trabajar en asegurar que las víctimas de terrorismo tengan acceso, no solamente a la justicia, sino a diferentes apoyos adecuados, entre los que mencionó el apoyo como médico y psicosocial.
La subsecretaria alertó que la actual crisis sanitaria que se vive por la pandemia mundial de covid-19 se ha convertido en campo fértil para que los grupos terroristas y extremistas violentos recluten adeptos.
“Todos somos testigos negativos de la pandemia por covid-19, esto ha traído a nuestras vidas un impacto importante y lamentablemente hemos visto un aumento considerable en la pobreza y desigualdad en la sociedad, en otras palabras, las causas que suelen ser utilizadas por los grupos terroristas y extremistas violentos para radicalizar a individuos vulnerables”, sostuvo.
En ese sentido, Celorio reiteró que, en los últimos años, ningún país en el mundo está exento, ni puede ser ajeno a los efectos del terrorismo y el extremismo violento, pues alertó que estos son vistos con mayor recurrencia, especialmente aquellos que son inspirados por teorías y posiciones de supremacismo blanco.
También insistió en que cuando más indiscriminado es el flujo de armas, la posibilidad de que estos grupos las adquieran es proporcionalmente mayor, “y más cuando estas son de alto poder, son más letales sus actos terroristas, precisamente por ello, los Estados del mundo no deben desatender ninguno de los dos frentes”.
Subrayó que se debe cortar de tajo la propagación de ideas que inciten al odio racial, étnico, religioso o de género, pero también, que se deben tomar acciones para “regular el cauce de los ríos de hierro, para evitar que las armas lleguen hasta las manos de personas dispuestas a asesinar porque sus ideales no tienen lugar en la conversación democrática.
JLMR