Gobierno dialoga con indígenas sobre construcción del Tren Maya

Representantes de pueblos indígenas expresaron la necesidad de preservar sus tierras y territorios con el debido cuidado a sus aguas, biodiversidad y recursos naturales.

Indígenas expresaron su preocupación ante el Tren Maya. (Especial)
Editorial Milenio
Ciudad de México /

El gobierno de México regresó a las regiones indígenas de la península para continuar el diálogo con los pueblos y comunidades respecto al proyecto de desarrollo Tren Maya.

Este sábado se llevaron a cabo siete sesiones para dar seguimiento a los acuerdos adoptados los días 14 y 15 de diciembre de 2019 en la consulta libre, previa e informada.

A través de un comunicado, se informó que con la presencia de la Secretaría de Gobernación (Segob), el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), así como más de 20 dependencias del gobierno federal, versó acerca de la integración del proyecto para generar mayor impacto en el desarrollo y bienestar de las comunidades. Además, se informó y dio seguimiento a los acuerdos realizados en las asambleas, por lo que las dependencias del gobierno federal realizaron una revisión de las peticiones y las acciones que se llevan a cabo.

Una vez que servidores públicos presentaran la sistematización de resultados y el informe de atención a demandas planteadas por comunidades indígenas durante la fase consultiva, los representantes de las comisiones de seguimiento manifestaron sus propuestas e inquietudes.

Como se hizo desde las primeras reuniones informativas previas a la consulta, en esta jornada de trabajo -que concluirá el domingo- también se expresaron todas las voces, por lo que los representantes de pueblos indígenas expresaron nuevamente su conformidad con el proyecto, pero insistieron en la necesidad de preservar sus tierras y territorios con el debido cuidado a sus aguas, biodiversidad y recursos naturales, entre otros aspectos.

Participantes en la reunión de Palenque, Chiapas, identificaron tres microrregiones económicas basadas en la producción local y los sitios turísticos, consideradas referente básico para realizar el ordenamiento ecológico y territorial que se busca generar.

Asimismo, se propuso la instalación de universidades con licenciaturas que fomenten la formación inclusiva de profesionistas, además de trabajar de forma coordinada con autoridades indígenas para elaborar proyectos de ecoturismo.

En la comunidad de X-Hazil Sur, en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, se acordó crear una mesa de trabajo entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Procuraduría Agraria (PA), para resolver el tema de las indemnizaciones de tierras en ejidos. Se determinó también que la ubicación de las estaciones y paraderos del tren se decidirán en coordinación con las comunidades de forma participativa.

En Valladolid, Yucatán, se llevó a cabo la reunión de seguimiento correspondiente a la consulta realizada en Chichimilá; integrantes de esta comisión reiteraron su respaldo al proyecto y solicitaron a las instancias continuar trabajando en los planteamientos de las comunidades.

Por otro lado, integrantes de la comisión de seguimiento en Don Samuel, municipio de Escárcega, Campeche, solicitaron llevar a cabo reuniones específicas con dependencias federales para la atención de temas como infraestructura comunitaria, ordenamiento de la propiedad y contraloría social para evitar la corrupción.

Entre los acuerdos destacó intensificar los diagnósticos comunitarios participativos. Para ello, la Secretaría de Educación Pública (SEP) planteó la participación de estudiantes de educación superior.

Miembros del comité de seguimiento de Tenabo, Campeche, acordaron dar continuidad al plan de trabajo, además de establecer la metodología o procedimiento y dar seguimiento a la sistematización de propuestas a peticiones a través de grupos de trabajo.

En Maxcanú, Yucatán, las instituciones federales reiteraron el compromiso de seguir trabajando para generar desarrollo integral, destacando la voluntad de impulsar proyectos para el crecimiento urbano ordenado y sostenible, apoyar las actividades productivas de los pueblos y brindar seguridad alimentaria. Se consensuó continuar las reuniones de seguimiento en junio, septiembre y diciembre.

En Bacalar, Quintana Roo, se acordó que las dependencias federales realizarán mesas de trabajo para tratar asuntos específicos de ejidos y comunidades, y se planteó la capacitación a jóvenes estudiantes de nivel superior para desarrollar programas educativos.

Ante más de 500 autoridades y representantes de los pueblos maya peninsular, ch´ol, tseltal y tsotsil, así como servidores públicos, la comisión de seguimiento manifestó la necesidad de impulsar un ejercicio de planeación participativa que retome las necesidades más urgentes de los pueblos, ya que la implementación del transporte ferroviario es solo un componente del plan de desarrollo para esta región. El Gobierno de México busca que, mediante el trabajo coordinado de las instancias, se generen planteamientos de mediano y largo plazo para el beneficio de las comunidades.

En este proceso, la Secretaría de Gobernación tiene el mandato legal de generar los acuerdos necesarios para lograr la planeación participativa para la transformación social, como vía para alcanzar el desarrollo integral y sostenible del sureste y la península de Yucatán, donde el desarrollo se realice en un ámbito de respeto a las características propias de cada territorio; que se preserve la cultura, costumbres e identidad de los pueblos indígenas y se protejan los recursos naturales. La transformación de esta región consiste en crear un sistema de cooperación y no de competencia.

Por ello, se impulsa otra forma de generar el desarrollo de manera conjunta con las comunidades indígenas hacia una nueva manera de crecer, de fomentar el bienestar social, planeando desde el territorio y en lo local, donde las comunidades se fortalecen cuando participan, se organizan, deciden y se corresponsabilizan de su propio desarrollo.

Los servidores públicos reiteraron el respeto del gobierno de México a la voluntad y la libre determinación de los pueblos indígenas en torno al proyecto, que tendrá impactos positivos en la economía de miles de familias en las regiones donde se contempla el paso del Tren Maya.

Las asambleas de seguimiento inician formalmente los trabajos de planeación participativa, a través del desarrollo de diagnósticos participativos y solución puntual a problemáticas, que darán resultados en el corto, mediano y largo plazo. Esta consulta funciona como un mecanismo de gobernanza local que permite trabajar de manera conjunta en la construcción del proyecto.

El proceso de diálogo continuo, horizontal, transparente y circular es la base para generar una relación de confianza que propicia condiciones de desarrollo integral para todos. Este ejercicio de planeación participativa confirma la convicción democrática de un Estado social y de derecho por parte de la actual administración.

kvd

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