Un Tribunal Federal ordenó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que implemente programas y planes educativos en materia de género y que garantice la recuperación del semestre a un alumno que fue suspendido, a quien se le sancionó por violencia de género.
La magistrada Julia María del Carmen García González propuso al Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa con sede en el Estado de México amparar al estudiante a quien se le aplicó una suspensión de seis meses.
En la sentencia se deja claro que no se juzgó hechos ni valoró los datos de prueba para determinar la existencia o no de una responsabilidad disciplinaria, ya que se detectaron múltiples violaciones a los derechos humanos contra el alumno que hicieron imposible dicho análisis.
De acuerdo con el expediente, en marzo de 2021, una alumna de la carrera de Relaciones Internacionales dio parte al director de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán y de la Defensoría de Derechos Humanos de la UNAM sobre actos relacionados con ella y otras alumnas por acoso.
En su denuncia, entregó mensajes que vía WhatsApp y Facebook recibió de uno de sus compañeros y narró otros que sucedieron con sus compañeras de grupo. Dichos mensajes, de acuerdo con la alumna, las hizo sentir incómodas (que eran bonitas y que le gustaría tener una relación personal con ellas), quienes además por “no hacer sentir mal al compañero”, mantenían una relación y comunicación con él.
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El Tribunal estudió el asunto con perspectiva de género en protección al derecho de la denunciante y de otras víctimas que pudieron resultar afectadas, así como para evitar una revictimización y no dejar sin defensa a las eventuales víctimas.
La magistrada detectó que, en el escrito de denuncia, la alumna narró diversos hechos que involucran a otras compañeras, pero sin solicitar una sanción contra el alumno.
Al contrario, sugirió cinco medidas para garantizar espacios libres de violencia y entornos seguros, sólo como excepción pidió, que previo apercibimiento, se sancionara al alumno.
Los magistrados revisaron las normas universitarias e hicieron un análisis de la situación general del país, y en particular de la UNAM, por lo que en su resolución se señala que México tiene un gran problema de violencia de género y que el Estado de México es la entidad con mayor número de violencia de género tiene, entidad donde se localiza la Facultad de Estudios Superiores.
Asimismo, que la FES Acatlán presenta problemas de violencia de género y que incluso estuvo en huelga por este motivo.
Los magistrados explicaron que en quejas por violencia de género pueden llevarse dos tipos de procedimiento, uno alternativo (siempre que no sea violencia física y sexual), y otro formalizado. Para llegar a este último, es necesario que la víctima decida iniciarlo.
En este caso, la Defensoría de la UNAM no le dio esa oportunidad al estudiante sancionado, cuando propiamente esa fue la intención de la denunciante, motivo por el cual se cometieron violaciones al derecho de acceso a la información y debido proceso.
En el expediente se resalta que el presunto agresor pidió apoyo psicológico a la FES para entender las eventuales irregularidades, sin haberlo recibido.
El Tribuna estimó que la FES Acatlán no ha garantizado espacios libres de violencia, pues si bien ha emitido múltiples disposiciones jurídicas para atacar el problema, así como medidas de política pública, lo cierto es que han sido insuficientes, ya que no se ataca el problema de fondo, en tanto que en los hechos subsiste ese patrón de violencia generalizado.
Por ello se ordenó al director de la FES Acatlán que diseñe un programa, en el que incorpore en todas sus áreas de conocimiento, programas y niveles, la materia de perspectiva de género, el cual deberá estar implementado en el semestre 2025-1.
Igualmente, que la UNAM diseñe un plan de capacitación en la materia para todas las autoridades (Defensoría, Tribunal Universitario y el Consejo de Honor).
También debe garantizar a las víctimas asesoría psicológica si la necesitan e incorporarlas de manera gratuita a un diplomado de género sin costo alguno.
El director de la FES deberá garantizar la recuperación del semestre del alumno, porque lo suspendió 20 días antes de que terminara el semestre, y en virtud de que no pudo inscribirse en el siguiente, tendría que diseñar un plan de recuperación, siempre que el estudiante lo quisiera, ya que se generó un estigma dentro de la universidad.