Desde una vivienda de interés social, en la colonia Monte Horeb del municipio de Escobedo, tres empresas fantasma han facturado 47 millones de la Universidad Autónoma de Nuevo León, pese a no cumplir con los requisitos para ser proveedoras.
Una investigación dejó al descubierto el entramado permitido por la Dirección de Adquisiciones, a cargo de Hermilo Valdez Pérez y la Tesorería General, bajo la responsabilidad de Martha Nora Álvarez Garza.
Documentos en poder de MILENIO muestran que las empresas beneficiadas son DIJOVI S.A. de C.V, JOVI TECH S.A. DE C.V. y JOVI SOLUTION, S.A. DE C.V, que en total, han facturado 47 millones 280 mil 12 pesos, del año 2017 al cierre del 2020.
Todas comparten el mismo domicilio, ubicado en la calle Monte de Sion #329, en la colonia Monte Horeb, código postal 66070. En una visita al lugar, se constató que se trata de una casa sin letrero de giro empresarial ni actividades visibles relacionadas a ello.
El acta constitutiva de DIJOVI S.A de C.V. muestra que la empresa se creó el 21 de octubre de 2016 con dos socias, Beatriz Eugenia Ruiz del Pino y Susana Elizabeth Benavides Ibarra.
Su incursión se da pese a que la lista de requisitos para dar de alta una empresa como proveedora de la Universidad advierte en su numeral 2 que deberá tener al menos 18 meses de inicio de operaciones en el giro o especialidad, lo que no se cumple, ya que empezó a facturar desde 2017.
DIJOVI recibió en el lapso de los 4 años recientes la suma de 32 millones 963 mil 27 pesos por conceptos de materiales, papelerías de oficina y consumibles. Por su parte, JOVI SOLUTION obtuvo 10 millones 218 mil 603 pesos por rubros relacionados a materiales y uniformes deportivos, mientras que JOVI TECH facturó 4 millones 368 mil 382 pesos por la proveeduría de material y equipos de tecnología de la información.
Los pagos se hicieron sin importar violaciones a los criterios del padrón de proveedores, por ejemplo, el apartado 13 de los requisitos exige la presentación de la cartera de clientes de la empresa, y la copia de las últimas cinco facturas emitidas, lo que ninguna de las empresas pudo cumplir ya que la UANL es su único cliente.
Otra irregularidad fue que los numerales 14 y 15 ordenan presentar fotografía del domicilio fiscal y una copia del comprobante de domicilio, pero Hermilo Valdez no se percató de las similitudes.
Fuentes consultadas confirmaron que los más de 47 millones de pesos provienen de adjudicaciones directas y los pagos fueron realizados casi de inmediato por la tesorera Martha Álvarez, hecho que contrasta con el trato a otros proveedores. _