Este lunes, el dolor recorrió y rompió las cuatro paredes del edificio de MILENIO por la ausencia del músculo femenino en todas sus aristas y expresiones, desde el área de recepción, de seguridad, hasta la redacción web, impreso, televisión y un largo, larguísimo etcétera.
Aún con los ecos de cantos y consignas que ayer resonaron en calles de la Ciudad de México durante la marcha por el Día Internacional de la Mujer, al llegar al periódico percibimos a flor de piel sentimientos encontrados por hallar vacíos sus asientos, por gritar sus nombres y no encontrarlas, no saber dónde están; pero también por saber que, con nuestros actos, nosotros hemos alimentado la violencia contra ellas. Nos dolió hasta la médula.
"Hoy extrañé a mi mamá, a mi hermana, a mi abuela, a mi novia, a mis jefas, a mis compañeras de trabajo, a mis amigas. Hoy extraño a las mujeres que decidieron parar y aunque vi algunas en las calles, se siente una pesada ausencia de las que no están. A la ciudad le hacen falta todas.Me indigna ver que la mayoría de hombres lo toma a broma, en parte creo porque tienen certeza de que mañana, la mayoría, volverá a sus actividades normales; sin embargo, no todas lo hacen todos los días y de eso se trata el paro, pienso.
En el trabajo se siente la ausencia de las que no vinieron, tuvimos que hacer las tareas que ellas realizan todos los días y que no son para nada sencillas, tuvimos que arreglarnos con 'lo que había' y definitivamente no es lo mismo a cuando sí están ellas", reflexiona el editor web de Estados.
El ejercicio periodístico nunca se detiene, no da treguas, y desde el principio del día, la ausencia del hombro con hombro, de la fortaleza y liderazgo que nuestras compañeras, amigas y colegas inyectan se sintió como una nube de plomo; sin embargo, los hombres que, junto con ellas, integramos esta gran redacción entendimos que la causa del paro de mujeres es totalmente legítima.
El atrincheramiento del #UnDíaSinNosotras nos abrió un espacio de mucha reflexión y nos hizo profundizar sobre los actos de violencia que como género masculino hemos ejercido contra ellas, directa o indirectamente, en algún momento de nuestra vida, ya sea en el periódico, en la escuela, casa o en la calle.
"No se fueron de vacaciones, ni tampoco decidieron por voluntad propia no venir a trabajar, mis compañeras y amigas de MILENIO 'desaparecieron' en reclamo de sus derechos, igualdad de género y contra la violencia machista. No podía ser un día como cualquier otro, su ausencia volvió a demostrar lo fundamental que ellas, que sufren acoso laboral, pocas oportunidades salariales y profesionales, son en la vida. La pregunta queda en el aire, ¿Qué sería si ellas no volvieran?", medita el editor web de la sección Internacional.
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Este día nos hizo pensar aún más en las razones por las que ellas han decidido levantar el puño y no cubrir una asignación, no diseñar, escribir o editar hasta no ver un freno contundente al acoso, la desigualdad laboral y los feminicidios que cada día crecen más y más.
"Su ausencia es evidente, no hay manera de suplantarlas; somos como un auto al que se le ha quitado el motor y no avanza. Nada fluye cómo cuando está el equipo completo. Es raro mirar hacia alguno de sus lugares y encontrarlos vacíos, sería triste una redacción para siempre así. Si habríamos de hacer una cobertura de alguna contingencia notaríamos en seguida que no están; los yerros se multiplicarían.
De todas se extraña la retroalimentación, el comentario constructivo sobre el trabajo, el enfoque distinto de la información, más allá de la visión masculina; de todas se extraña la amabilidad, pero sobre todo la inteligencia. Este 9 de marzo su grito ausente retumbó fuerte y profundo", comenta el editor web de política.
El paro de mujeres de este 9 de marzo pesó sin distingos en esta redacción, la ausencia de su profesionalismo, apoyo y entrega nos dejó claro que sin ellas el engranaje de MILENIO no avanza igual.
Quedará en el pergamino de historias que ha vivido esta redacción el día en que las mujeres "desaparecieron" un día para luchar por sus hermanas que no pudieron regresar.
"Como siempre nuestras editoras web, redes, video de Milenio.com estuvieron al pie del cañón, hoy decidieron parar para lanzar un ¡Ya basta! que resonó en todos los lugares de Morelos 16 e impactó de manera profunda en la operación de Grupo MILENIO.
Lamentablemente hoy no las pudimos ver, nos dolió no escucharlas, intentamos suplir su talento, por supuesto sin éxito, echamos de menos su dedicación y, sobretodo, nos faltó su risa. Ojalá el 9M sea el parteaguas que México necesita, ojalá también que las editoras de Milenio.com no nos falten nunca más", escribe el social media manager de MILENIO.
evl