La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) propuso crear el Servicio Vulcanológico Nacional, informó Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica.
Delgado Granados detalló que la propuesta se presentó al Sistema Nacional de Protección Civil, ya que de los más de 2 mil volcanes que hay en el país, 16 están activos y no todos cuentan con sistemas de monitoreo; además de que otros han dado signos de reactivación.
“De la misma manera que hemos venido adquiriendo y generando conocimientos del volcán Popocatépetl en particular, requerimos hacer investigación de ese y otros volcanes que eventualmente pueden despertar en el territorio nacional.
"Por ello, es muy importante el apoyo a la investigación científica de carácter vulcanológico, hemos tenido el apoyo a lo largo de las últimas tres décadas del Conacyt y esperamos seguir contando con ese apoyo y del sector gubernamental en general, porque tenemos la pretensión de formar el Servicio Volcanológico Nacional para el seguimiento del estudio de los volcanes en nuestro territorio”, dijo en entrevista con MILENIO.
Destacó que se requieren entre 100 y 150 millones de pesos para crear el Servicio Vulcanológico Nacional, por lo que el año pasado el Instituto de Geofísica propuso al gobierno federal que éste sea operado por la UNAM, como ocurre con el Servicio Sismológico Nacional.
“Tenemos buenos antecedentes de que las universidades se hagan cargo de este tipo de instancias; afortunadamente la UNAM ha demostrado que tiene capacidad organizativa y operativa, el ejemplo más ilustre es el Servicio Sismológico Nacional, que tiene estaciones observando el fenómeno sísmico a lo largo y ancho de todo el territorio nacional y se encuentra aquí en el Instituto de Geofísica”, comentó.
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Añadió que el Sismológico Nacional es uno de los desarrollos más importantes de la UNAM, de donde la información fluye de manera directa hacia el sector gubernamental en diferentes instancias.
“Y no hemos tenido absolutamente ningún problema en esa relación, al contrario cada día nuestras relaciones son mejores y con el uso de la tecnología los resultados son muchísimo mayores y mejores”, consideró.
De acuerdo con el experto, dependiendo del tamaño del volcán se requiere instalar determinado número de sistemas de monitoreo; por ejemplo, el volcán de Fuego de Colima y el volcán Popocatépetl requieren un mayor número de estaciones, mientras que otros en reposo, como el volcán San Juan, en Tepic, requieren solamente un sismógrafo.
“Tenemos alrededor de 16 volcanes activos, y los reconocemos como todo aquel volcán que ha tenido actividad eruptiva en los últimos 10 mil años, si bien el volcán puede no mostrar ni una fumarola, pero si sabemos que ha tenido actividad eruptiva en los últimos 10 mil años, sabemos que tiene potencial para volver a tener actividad en algún momento dado, y a esos es importante colocar al menos un sismógrafo”, explicó.
No obstante, dijo que no todos los volcanes activos tienen evidencia notoria de fumarolas.
FLC