UNICEF alerta deserción escolar en escuelas de tiempo completo

El organismo internacional expresó su preocupación por las implicaciones del recorte en el programa, ya que también prevé que la desnutrición infantil aumentará y las brechas de desigualdad de agudizarán.

La UNICEF alertó que la deserción aumentaría en las escuelas. (Archivo Cuartoscuro)
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

Los estudiantes del Programa de las Escuelas de Tiempo Completo (PETC), están en un alto riesgo de deserción debido a las afectaciones generadas por el recorte presupuestal que sufrió el programa, aunado a que ya casi se han agotado los recursos asignados para su funcionamiento este año, alertó el fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Pressia Arifin-Cabo, Representante Adjunta de UNICEF en México, advirtió que con las afectaciones a este programa, el rezago educativo y la desnutrición infantil empeorarán en el país, pues si de por si ya existía un atraso en estos rubros, ante la pandemia por covid-19 las brechas de desigualdad se agudizarán.

La especialista en gestión de programas de desarrollo y respuesta humanitaria señaló que la disminución o una eventual desaparición de este programa impactará de manera profunda en los más de 3 millones 500 mil estudiantes de todo el país que cursan en este modelo de jornada escolar ampliada, y en algunos casos con ingesta, así como en sus familias.

“Vemos como UNICEF el alto riesgo de la deserción escolar. Hay algunos estados que tienen indicadores altos de deserción escolar, como Estado de México, Oaxaca, los niños son más vulnerables, ahí también se tiene más rezago educativo.
“Ahora mismo en el tiempo de la pandemia estamos viendo más el riesgo de no tener este programa, cómo impactará no tener el servicio de alimentación, y ahora que se requiere la ayuda para recuperar lo que no se aprendió en casa. Es una pena porque la gente no se está dando cuenta de la importancia de este programa y lo que le está pasando, las familias tendrán que adaptarse a comer menos o cortar una comida”, advirtió.

Esta realidad ya alcanzó a Mía Naomi Bautista, de 7 años de edad, estudiante que iniciará el segundo grado en la primaria Diodoro C. Olvera, en la localidad de Santiago Tepopula, en el municipio de Tenango del Aire, Estado de México.

En pasado mayo, MILENIO conversó con Mía y su madre Natali, quienes ya resentían la falta de alimento por el cierre de la escuela ante el confinamiento por la emergencia sanitaria.

Dos meses después, el padre de Mía perdió el empleo y la familia tuvo que mudarse con un familiar a Amecameca, a una hora de distancia de su escuela.

Los gastos se hicieron más fuertes para esta familia de 4 integrantes, pues si antes con 9 o 12 pesos se cubría el desayuno y comida de Mía, ahora eso apenas alcanza para las tortillas.

“Si antes íbamos al día, la pandemia nos complicó mucho, sin trabajo, sin dinero y sin las comidas es muy fuerte, la verdad es que comieran en la escuela era una ayuda, y ahora como nos cambiamos, si quiero que mi hija regrese a esa escuela me tengo que gastar hasta 50 pesos en pasaje”, lamentó.
Como Mía Nahomi Bautista Perez, muchos otros estudiantes han perdido el desayuno que recibían en las escuelas de tiempo completo. (Especial)

La prolongación de la pandemia sólo ha provocado que Mía extrañe aún más a sus maestros, compañeros y comidas calientes.

Arifin-Cabo recordó que un estudio elaborado por UNICEF con las autoridades federales mexicanas, en los estados de Guanajuato, Puebla y Yucatán, se encontró que en estas entidades 65.3 por ciento de los estudiantes señaló que su primer alimento lo reciben en sus escuelas.

Ante ello, urgió al gobierno federal a buscar los mecanismos para la continuación del programa y garantizar los recursos para su correcta operación, ya que se trata de una manera de extender la protección social de la población y más ahora frente a la pandemia.

“Es importantísimo, incluso crítico, estamos encontrando que los niños no pueden acceder a la protección social, entonces con este programa es una manera de asegurar alimentación, educación”, indicó.

En medio año, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ya agotó el 95 por ciento del presupuesto anual autorizado al PETC. Según el reporte presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la Cámara de Diputados el pasado 30 de junio, se halló que al mes de mayo se ejercieron 4 mil 848 millones de pesos para cubrir los gastos del PETC generados entre enero y junio de este año; lo que deja un remanente para operar el programa hasta diciembre de este año de sólo 222 millones de pesos, un aproximado de 1,644 pesos mensuales para cada escuela de tiempo completo.

¿Y dónde quedaron los recursos?

No sólo ya se consumieron los recursos, sino que no hay registros de los gastos realizados en el PETC, advirtió Marco A. Fernández, especialista de México Evalúa.

El también académico del Tec de Monterrey, dijo que el avance del programa no transparenta las erogaciones realizadas hasta ahora, además, cuestionó la planeación de las autoridades educativas con respecto al programa.

“Ya teníamos recorte y ahora la mala planeación de los recursos, es una asfixia presupuestal que demuestra los reiterados errores de política educativa que tendrán un efecto sobre los menos favorecidos de la sociedad”, advirtió.

Temen recortes de escuelas del programa

Supervisores, directivos y docentes del PETC en el Estado de México, Zacatecas, Morelos, Yucatán, Guerrero y Ciudad de México confirmaron que en algunos casos los pagos se dejaron de hacer desde marzo y junio, además de que temen que en breve les anuncien la reducción de las escuelas inscritas en este programa.

“Me dicen, maestra ¿qué va a pasar con el programa?, ¿cómo vamos a empezar el ciclo escolar?, y aunque no nos han dicho nada de manera oficial, sí está el rumor y la incertidumbre de que se reduzca el apoyo del programa”, dijo Edith García, directora de la primaria Venustiano Carranza, en Texcoco.

Ricardo Zetina, secretario y supervisor de la región de Valladolid en Yucatán, cuenta con 8 escuelas de tiempo completo, 7 con servicio de alimentación y 1 jornada ampliada. Está preocupado porque existe el rumor que podrían retirar el servicio de comedor de los planteles, lo que, dijo, pondría en riesgo de deserción a estudiantes indígenas.

Temen termine servicio de alimentación

Citlali García, estudiante indígena de Guerrero, iniciará el quinto año en una primaria de tiempo completo en San Juan Tlacotenco, Morelos. Su madre está preocupada porque hay rumores de que la escuela ya no contará con servicio de alimentación para el próximo ciclo escolar, lo que afectará gravemente la economía familiar.

En muchas ocasiones, la comida que recibía Citlali en la escuela era la única del día.

“Yo pediría que siga el apoyo porque es muy bueno para los niños y los padres de familia. Antes de que cerraran la escuela por la pandemia gastaba 100 o 150 pesos al día por comida, ahora gasto 300 pesos o más, está muy duro”, relató Hermelinda García, su madre.

Además de aprender, a Giovanni, estudiante indígena de Guerrero le gusta acudir a la escuela porque ahí come carne y pollo, mientras que en casa sólo come frijoles.

En su escuela, ubicada en Ometepec, también existe la incertidumbre si continuará el servicio de comedor, lo que preocupa a su madre Jazmín Méndez, porque de por sí los ingresos ya se han limitado en casa por la pandemia.​

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