Ante las dudas de que la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el covid-19 requiera una tercera dosis, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, indicó que todavía no hay una evidencia científica sólida que apoye esta idea, ya que los estudios que abordan el tema de la inmunidad contra la enfermedad no han tendido nuevas conclusiones.
“Pfizer está pensando en esa posibilidad de que la velocidad de la mutación sea tan acelerada que haya que poner la vacuna que tenga la composición más reciente. Hasta donde llega nuestro conocimiento todavía no hay una evidencia científica sólida, concreta, actualizada, para ya tomar esta decisión”, aseguró el subsecretario en conferencia vespertina.
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El funcionario federal explicó que la duración de la protección que confiere las vacunas contra contra el virus SARS CoV-2 o incluso la propia enfermedad, no se conoce todavía; sin embargo, el análisis más creíble concluye que la inmunidad más larga es de ocho meses.
Indicó que hay dos posibilidades por las que se requiera una refuerzo más de la vacuna, la primera es que la inmunidad generada con el biológico sea de un tiempo menor al esperado, por lo que se requeriría un refuerzo, como las vacunas de la tosferina o el neumococo.
“¿Por qué pensar en una tercera dosis? Uno ve la posibilidad de que la naturaleza de la inmunidad de nuestro sistema de defensas permanezca activa por un tiempo menor de lo que quisiéramos, pero podría ser que la respuesta del organismo humano ante ya sea la vacuna o la infección natural que lleve a desaparecer esas defensas”, indico.
El segundo escenario es que el virus se transforme rápidamente, por lo que el virus sustancialmente, después de ocho meses, por ejemplo, sea totalmente diferente al que provocó las defensas y éstas ya no sean efectivas contra el SARS CoV-2.
lvm