Por primera vez, con más de 30 años de estar presentes en la feria del pino ubicada sobre la avenida Garza Sada, en Monterrey, los oferentes del lugar esperan en este año reponerse tras las dificultades provocadas por el covid-19.
Desde ayer recibieron a los primeros clientes y, en general, todos están listos para atender a los visitantes desde las ocho de la mañana a las 10 de la noche, o hasta que se vaya el último cliente, y con el 23 de diciembre como fecha tentativa de partir de este sitio.
En el lugar se pueden apreciar puestos repletos de nochebuenas verdes y rojas desde 50 pesos hasta 250, dependiendo del tamaño y pinos naturales que van desde los mil a los 3 mil 500 pesos.