Física y mentalmente, el diputado Bryan Andrés Tinoco Ruiz, difiere de cualquier otro político, no sólo por su juventud, sino por sus ideas y forma de vida.
La mayoría de veces llega a la Cámara de Diputados en bicicleta, desde Ecatepec.
Nunca deja los tenis, tampoco la mochila de estudiante que lo ancla a la UNAM, donde estudia Sociología. Sencillo, sin mayor protocolo, comenta a MILENIO Estado de México que vive en concubinato desde hace nueve años porque no cree en el matrimonio, que la necesidad lo llevó a vender papas fritas durante tres años y a usar la bicicleta como medio de transporte sin importar la distancia.
Está a punto de cumplir 25 años el siguiente mes, tiene una hija de seis años y está consciente que el cargo no es eterno y que no vale la pena el derroche, ni mucho menos pasar por la Legislatura sin dejar huella.
Fue la fortuna, Dios, la suerte, pero hoy está en una curul del Congreso mexiquense, a donde no esperó llegar aunque siempre ha tenido la inquietud de poder influir en las políticas públicas y aclara que es nuevo, que nadie le heredó el puesto, aunque ha estado involucrado en el trabajo operativo político e incluso su mamá fue candidata del PT y alguna vez pensó en asesorarla.
¿Estudia?
Estoy cursando el sexto semestre de la carrera de Sociología, en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Me metí con la finalidad de poder formarme y un día aspirar a ocupar un cargo de administración pública. Mi idea era que algún día pudiera asesorar, a mi mamá y reforzar el trabajo empírico con el conocimiento científico. Ella es una pieza fundamental, si no fuera por ella yo no sería diputado.
¿Cómo compagina sus horarios?
Nos hemos estado dividiendo en la escuela, he tenido oportunidad hablando con los profesores que me dan la apertura para poder faltar cuando es necesario. Sí lo entienden. Creo que los llena de alguna manera el saber que le están enseñando a un diputado.
¿Qué dicen sus compañeros?
Por el momento he mantenido un perfil muy bajo, he estado intentando ser discreto, en mi papel de alumno, pero ya lo he estado reconsiderando, quizá sea importante que sepan que en la escuela hay un diputado. Sólo lo saben los maestros y dos o tres amigos muy cercanos.
¿Cómo es como estudiante?
Medio para arriba, no me gusta ser mediocre, pasar por pasar, no ha sido mi objetivo. Son nueve semestre, casi voy a salir a la par de la Legislatura, falta ver el tema de tesis. No he tenido tiempo de pensar en eso.
¿Casado?
Vivo en unión libre, concubinato. Llevo nueve años. Tengo la idea de que no es necesario tener frente a una autoridad civil, se me hace muy irrelevante e innecesario. Mejor hay que aprender a asumir los compromisos bien Tengo una hija de seis años, el que no esté casado no es una variante para que no cumpla mis responsabilidades. Siento que al ser joven es más fácil crear una relación paternal, con mi hija Julia, con quien tengo un vínculo especial.
¿Otro hijo?
No, ya voy a cerrar la fábrica, la amo mucho, pero es muy difícil ser padres, más que nada la educación, dar dinero puede ser fácil, la educación es algo muy difícil por el medio en el que vivimos, la sociedad influye mucho en las actitudes de las personas.
¿Va a los antros?
La verdad es que no voy, mis amigos en la facultad siempre me andan bulleando, dicen que me pega mi esposa, y les digo, ustedes no me comprenden compañeros, no están casados. No me gusta, me gusta más reunirme con amigos que ya tengo de tiempo, nos congregamos en alguna casa, o nada vamos a comer.
¿Siempre anda en bici?
Eso es lo mío, la bici , tiene como cuatro años que empecé a hacer ciclismo, primero fue por necesidad. Yo trabajaba en el ISSSTE pero hubo recorte y me corrieron entonces me auto empleé haciendo papas fritas y las iba a vender, pero como no tenía ni para el pasaje, agarre la bicicleta desde Ecatepec hasta Metro Revolución, son como 24 o 25 kilómetros, ya de regreso llegue casi desplomado, recuerdo que las primeras veces comía y me quedaba dormido por el cansancio, pero ya me habitué. Desde el primer día me di cuenta que fui más rápido que el transporte público y aparte me ahorre.
¿Vendía papitas?
Yo las freía, rebanaba, las embolsaba y las llevaba. Si sacaba más de lo que me pagaban, porque estaba en la modalidad de honorarios. Ahora voy a CU en bici, me hago como una hora 40, si fuera en transporte serían tres horas porque son como 44 kilómetros. A veces cuando vengo para acá también la traigo, a menos que de plano no haya tiempo y pues no tengo problema con la vestimenta porque siempre he usado tenis y camisa de vestir, no me gusta lo caro, veo a compañeros con cinturón de 7 mil pesos y digo donde quedó la austeridad. No, yo el dinero si lo cuido, sé lo que cuesta ganarlo.
(Fotos: Claudia Aguilar)
LC