El gobierno de Pánuco, en el norte de Veracruz, clamó ayuda a los gobiernos del estado y federal, ante la contingencia por sequía y solicitó la declaratoria de emergencia.
Durante un recorrido por la presa de Chicayán, el alcalde Fernando Molina dijo que dicho vaso lacustre se está secando y la cual se encuentra en estado crítico.
Indicó que ante los problemas, ninguno de los dos gobiernos ha asumido su responsabilidad, y los problemas que suceden actualmente como lo es la sequía no la han atendido dejando a la gente sin ayuda.
Actualmente la presa está en su nivel crítico y aún así se continúa abasteciendo mediante bombas de riego a zonas agrícolas, ganaderas y para consumo humano, lo que agrava la situación.
El alcalde solicitó que Pánuco fuera declarado zona de desastre por la sequía y que hasta el momento no existe respuesta por parte del gobierno del estado.
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De seguir la situación, advirtió, en 3 a 4 días máximo se va agotar totalmente el líquido y no podrán bombear los vasos que surte esta presa, y habrá pérdidas totales para el sector rural.
A la presa tiene alrededor de 82 millones de metros cúbicos, nunca había estado en estas condiciones y que si llegaba a bajar a 75 millones de metros cúbicos quedaría sin ninguna opción de poder sacar nada de agua.
En Pueblo Viejo también hay estragos
Quince comunidades que dependían de la Presa de Chicayán, ahora se abastecen del Río Pánuco, situación que provoca una sobreexplotación del vaso lacustres.
León Almazan Zavala, agente municipal de Benito Juárez y representante de la Guardia Agrarista, explicó que es crítica la sequía que están pasando debido a que las familias de esos lugares dependían 100 por ciento de la presa.
Mencionó que diariamente están acarreando agua en pipas que les cobran 500 pesos por llevarles agua, dijo que las distancias son muy grandes pues llegan a recorrer hasta 20 kilómetros para trasladar el vital líquido.