En México, al menos 32 mujeres han sido víctimas de ataques con ácido. De éstas, seis han fallecido, mientras que otras están en una lucha constante por salir adelante y retomar sus vidas.
“Queremos que se inicie la lucha por la erradicación de la violencia con ácido y para ello debemos comprenderlo como lo que es: una tentativa de feminicidio. No vamos a esperar a que se sumen sus madres, hermanas, hijas o amigas, que cualquiera de nosotros. Podrá haber más de un agresor, pero todas juntas podemos detenerlos, hoy fui yo, evitemos que mañana seas tú o alguna de las mujeres que amas”, expresó Martha, víctima de ataque con ácido.
De acuerdo con la fundación Carmen Sánchez, el 94 por ciento de estos delitos continúan impunes y es que el Código Penal del país no contempla este tipo de agresiones como una violencia en particular, sino que se le cataloga como otro delito, por lo cual no hay protocolos específicos para su atención.
“Nosotras acompañamos a ocho mujeres en cinco estados de la República, de esas ocho mujeres, solamente uno de los casos ha recibido una sentencia. Todas las mujeres inician el camino legal a ciegas, son procesos muy largos dolorosos y revictimizantes”, explicó Ximena Canseco, vicepresidenta fundación Carmen Sánchez A.C.
La Fundación Carmen se creó hace un año y tiene como objetivo brindar atención de distintos tipos, así como asesoría legal a las víctimas de ataques con ácido, ya que es un problema que lleva años en el país sin ser visibilizado.
De acuerdo con Ximena, esto no es una problemática reciente sino algo que lleva ocurriendo desde hace ya décadas e incluso, comentó que una de las mujeres que ayudan dentro de esta asociación fue víctima de este tipo de ataques en 1988.
“Desafortunadamente hay mujeres atrás y hay mujeres llegando con este caso, pero pues estamos en la fundación para dar y también para recibir a más mujeres con ese amor que me han recibido todas las mujeres”, dijo Carmen Sánchez, creadora de la fundación.
Y aunque para algunas mujeres sus procesos llevan años parados, como en el caso de la saxofonista Esmeralda o el de Carmen, y en otros ni siquiera se ha iniciando la investigación correspondiente, en la fundación han encontrado el apoyo para seguir adelante y la fuerza para luchar en contra de estas agresiones
“Honestamente yo pensé que era la única persona que había sido atacada con ácido. Decir que me da gusto conocerlas, en esta situación no, porque obviamente hubiera querido que no existieran personas que han sido atacadas, pero me da gusto conocerlas como personas”, precisó María López, sobreviviente de un ataque con ácido.
FS