La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que la violencia de género es un problema de salud pública que debe ser atendida con acciones más inmediatas y cercanas a la ciudadanía.
Ante la contingencia por covid-19, la funcionaria comentó que se debe trabajar en la reducción de este tipo de violencia "porque también es un problema de salud, de salud pública”.
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En su participación en los diálogos virtuales “Construyendo mejores condiciones de vida” que organiza el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal sostuvo que la violencia de género “es una práctica profundamente arraigada que tiene consecuencias no solo para el bienestar de las mujeres, sino de las mismas familias".
"La violencia que por siglos ha sido perpetrada en contra de la mujer se convierte para todas las naciones en una manifestación de desigualdad”, expresó en presencia de 54 presidentes municipales.
La ex ministra de la Corte afirmó que el compromiso de la dependencia y del gobierno federal es erradicar la violencia y buscar un enfoque integral y una estrategia clara para atender la violencia contra las mujeres.
Insistió que la Federación, estados y municipios deben asumir la responsabilidad y el bienestar de los ciudadanos. Aunque, aclaró que la instancia más cercana a la ciudadanía son los municipios y desde ahí se debe hacer las acciones más inmediatas y cercanas para evitar la violencia contra las mujeres.
Sánchez Cordero destacó pidió evitar normalizar la violencia y elaborar estrategia y programas para evitar actos futuros de violencia.
En la videoconferencia organizada por el Inafed, el subsecretario Ricardo Peralta, quien aun se encuentra en aislamiento por covid-19, señaló que “evitar las violencias es un compromiso de vida que los padres de familia tenemos la tutela de formar hombres sanos que no normalicen la violencia ni de agresión contra las mujeres”.
IRH