La violencia política en razón de género no está sólo en el interior de los partidos políticos, sino en los espacios más cotidianos, donde las mismas mujeres siguen fomentando la idea de que la mujer no debe involucrarse en la política, sino irse a su casa a cuidar a la familia y crece cuando está de por medio el poder, hasta llegar a campañas sucias con tal de ganar una contienda.
Con base en los testimonios que ofrecieron diversas candidatas durante el pasado proceso electoral en el Estado de México, a través de un conversatorio virtual que organizó el Instituto Electoral, se concluyó que los avances son notables y valiosos, pero no son parejos, por lo cual es necesario mantener los esfuerzos y no aflojar el paso.
En el conversatorio estuvieron las presidentas electas de Naucalpan, Texcoco, Almoloya del Río, así como regidoras y síndicas electas y no electas de Tepotzotlán, Ocuilan, Temamatla, entre otras, así como quienes integran la comisión de Equidad de Género y no Discriminación del IEEM.
Durante el arranque del Conversatorio que se llevó a cabo de manera virtual, la presidenta de la comisión, Karina Vaquera Montoya subrayó que el estar en las boletas electorales no garantiza a las mujeres el acceso al poder, pero sí representa un gran paso.
Las nuevas cifras
La consejera Patricia Lozano Sanabria dio a conocer que en las elecciones participaron 224 mujeres en busca de un lugar en el Poder Legislativo, a donde llegaron 37 y en el caso de municipios se registraron 3 mil 694 mujeres, de las cuales 46 fueron electas como presidentas, 86 como síndicas y 441 como regidoras.
En su oportunidad, Angélica Moya Marín, presidenta electa de Naucalpan, indicó que en su partido no enfrentó problemas, aunque reconoció que falta avanzar mucho más en todos los ámbitos, sobre todo porque las mujeres le dan un rostro y una dinámica distinta a la política y a las campañas.
“En este proceso se hicieron las cosas distintas. Todavía falta mucho por hacer pero hay un gran avance; con algunos sin sabores, pero la lucha ha empezado a dar frutos” enfatizó.
En tanto, Sandra Luz Falcón Venegas, presidenta electa por Texcoco, en reelección, refirió que las dos campañas para alcaldesa ha tenido una campaña bastante agresiva en su contra, donde el tema no fue la competencia de conocimiento o proyecto, sino el ámbito personal.
Aunado a eso son los cuestionamientos, de con quién se involucró para lograrlo, sin tomar en cuenta una carrera de 20 años en la política, minimizando la capacidad para gobernar, plantear proyectos o transformar un municipio, lo cual las lleva a hacer un doble esfuerzo para demostrar que pueden hacerlo, hacerlo más visible de lo que demuestran los hombres.
En los municipios pequeños
Esmeralda González Lagunas, presidenta electa del municipio de Almoloya del Río, contextualizó que en la primera ocasión que hizo campaña llegó al final, por cuota de género, desplazando a un varón, pero no tuvo estructura, la propaganda y boletas no tuvieron su nombre y quedó en tercer lugar. En esta segunda ocasión ya tuvo toda la estructura y logró ganar.
Sin embargo, no ha sido un trabajo sencillo porque en su municipio la gente todavía piensa que las mujeres no deben participar en política, sino dedicarse al hogar, lo cual le recriminaban las mismas mujeres al decirle que dejara de perder el tiempo.
Ella tuvo una campaña negra, sobre todo en las redes sociales, donde le cuestionaron que quisiera hacer trabajos masculinos y le inventaron temas personales y fue bloqueada por las mismas mujeres.
En el caso de Lucia González Solís, regidora electa del municipio Tepotzotlán, aseveró que hay una sobre exigencia para las mujeres, donde deben demostrar capacidad. “En la campaña fuimos muy observadas, hace falta que se nos reconozca por el nombre, no por ser la hija de o la esposa de.
Blanca Isela Fajardo Pérez, sindica electa de Temamatla, refirió que en este municipio existe un doble discurso sin reconocer todo el trabajo hecho a favor de los hombres, donde la misma familia es quien cuestiona y les pide detenerse por tratarse de una actividad de alto riesgo “nos trata de coartar esa aspiración, se nos juzga el doble y se nos reconoce la mitad”.
En su caso, reconoció que fue la cuota de género la cual el dio la posibilidad de ser candidata, lo cual quizá no habría conseguido de otra manera, pese a los años de trabajo político.
Hasta amenazas
En el caso de Elena Laura Paura, candidata a diputada local por el distrito 22, en Ecatepec, comentó que la invitaron a ser candidata pero gente del mismo partido la amenazó para no participar y finalmente no le dieron la candidatura en ese partido, sino en otro, con lo cual hizo campaña de riesgo, acudiendo a lugares peligrosos, con cuestionamientos personales y ataques en redes sociales.
Las participantes en el Conversatorio relataron que la violencia se trasladó a las redes sociales y que muchas veces es mayor fuera del partido que dentro y hasta la fecha pocos creen en su capacidad si no la hacen doblemente visible.
KVS