El presidente municipal de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa (Oaxaca, 1958), recuerda que su infancia fue precaria, su padre tenía que trabajar hasta tres turnos en las minas de su pueblo para llevar el sustento a su casa.
Llegó a Ciudad de México junto con sus 13 hermanos en los 70, sin embargo, su situación no cambió; vivió por lo menos dos años en el barrio de Tepito, donde también tuvo que enfrentar diversas adversidades.
A pesar de eso, Juan Hugo de la Rosa gobierna actualmente y por segunda ocasión consecutiva el municipio de Nezahualcóyotl, gracias a la polémica y nueva figura de la reelección. Sencillo, habla de los cambios generacionales, políticos y sociales que han marcado su vida, desde que dejó Sierra Juárez, en Oaxaca, para llegar junto con su familia, primero a Ciudad de México y posteriormente al municipio que gobierna: “Nezahual-lodo” o “Nezahual-polvo”, como se le conocía en ese entonces.
Amante de la música de protesta, el rock en español y de las ideologías comunistas, De la Rosa destaca que exigir servicios básicos a los gobiernos del PRI, desde que tenía 16 años, fue el comienzo de una vida dedicada a la lucha social, que se tradujo en su principal objetivo profesional.
¿De dónde viene Juan Hugo de la Rosa?
Nací en Sierra Juárez, un pueblo minero de Oaxaca, era muy pobre y para todos era muy difícil enfrentar la vida; para empezar, éramos 15, tenía 13 hermanos y mi papá trabajaba jornadas largas, generalmente tres turnos seguidos para poder obtener el recurso para que medio la fuéramos pasando; él tenía que hacer un esfuerzo enorme para salir adelante y además era muy rudo a la hora de disciplinarnos y mantenernos activos, trabajando.
¿Cómo llegó hasta la presidencia municipal?
Mi papá siempre fue una persona que se preocupó por los demás, ya que en tres ocasiones ocupó la secretaría general de la sección sindical minera de mi pueblo que, precisamente, lo llevó a tener esa convicción, no por una cuestión netamente política, porque no estaba relacionado con la política del sindicato, sino por los trabajadores y debido a los problemas con los que vivían.
Con el tiempo, y después de más de 40 años de trabajar en la mina, decidió venir a vivir a Ciudad de México, fue en 1969, y en 70 llegó toda la familia; vivimos en una situación muy difícil, en el centro de la ciudad estuvimos dos años, en la colonia Morelos, Tepito; entonces también aquí tuvimos que enfrentar condiciones de vida bastante difíciles, y eso nos llevó a Nezahualcóyotl, en esos años el municipio era conocido como “Nezahuallodo”, “Nezahual-polvo”; no había servicios, no había agua, no había drenaje; por eso, prácticamente desde que tengo 15 años me involucré en el tema de ayudar a la gente, era una necesidad buscar el agua, cómo hacer que la luz llegara a la casa... así me fui involucrando.
¿Qué estudiaba en ese momento?
Estaba en el CCH Oriente, que me permitió involucrarme de manera más a fondo en las cuestiones sociales, porque los profesores que ahí teníamos, casi todos, provenían del Movimiento del 68. Después comencé una carrera, pero una buena parte de los que estábamos en el CCH nos involucramos en la actividad política.
En aquellos años se dio, por ejemplo, una oleada de huelgas, principalmente en Naucalpan y Tlalnepantla, donde estaban las principales fábricas, y nosotros nos fuimos involucrando cada vez más, íbamos a apoyar a los obreros para hacer guardias en sus huelgas, les ayudamos a distribuir propaganda...
Nos fuimos metiendo cada vez más en ese tipo de temas, y eso nos llevó incluso a tener una formación política pero, sobre todo, una de carácter social; me llevó, por ejemplo, a formar parte de una organización semiclandestina: el Movimiento Revolucionario del Pueblo.
¿Qué edad tenía?
Aproximadamente 18. Lo único que me preocupaba era la situación social y nos involucrábamos de lleno en esa parte, es decir, no teníamos ninguna ambición ni nos cruzaba por la mente la preocupación personal, ni mucho menos buscar cargos de elección popular. Mucho después, cuando las organizaciones empiezan a radicalizarse, algunos se involucran en el tema de los movimientos armados, otros en los procesos electorales y a militar en el PRD... yo ahora soy alcalde.
¿Cuál será tu obra trascendental en Nezahualcóyotl?
Estamos sustituyendo la red de agua potable del municipio, que es un esfuerzo titánico, pero lo realizaremos.
LC