Xiomara Castro juró ayer como la primera mujer presidenta de Honduras, un país golpeado por la pobreza, la migración, el narcotráfico y la corrupción, al que prometió refundar como un Estado “socialista y democrático”.
En su discurso inaugural, en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, anunció que los esfuerzos de su gestión hasta 2026 estarán centrados en “educación, salud, seguridad y empleo”.
La dirigente izquierdista juró ante la jueza Karla Romero, flanqueada por Luis Redondo, líder del Congreso reconocido por Castro, tras una crisis parlamentaria que ha dividido a la legislatura en dos grupos, quien le impuso la banda presidencial ante unas 29 mil personas.
Castro se comprometió a detener la delincuencia, al afirmar “no más narcotráfico, ni crimen organizado”, en un discurso crítico de la corrupción, falta de transparencia y altas tasas de pobreza que arrastran al país desde gobiernos anteriores.
De 62 años y esposa del derrocado ex presidente Manuel Zelaya (2006-2009), Castro puso fin a una supremacía de 12 años del Partido Nacional (PN, derecha) con una coalición liderada por su agrupación, Libertad y Refundación (Libre).
¡México, México!
La investidura tuvo como invitados estelares a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, al rey de España Felipe VI y a Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, entre otros.
Al entrar al estadio, las comitivas rodearon la cancha caminando por la pista olímpica, hasta llegar a los lugares dispuestos para los invitados de honor.
“México, México, México”, se oyó entre la bulla mientras Ebrard y su esposa, Rosalinda Bueso, saludaban al público y se escuchaban algunas vivas para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Poco antes de la ceremonia, Ebrard remarcó la importancia que significa para México la presidencia de Castro.
“Es muy significativo para México, me parece, esta renovación en Honduras. Es un país con el que estamos trabajando mucho”, sostuvo en un breve video en donde se le ve acompañado de Bueso, que subió a sus redes sociales.
Bueso fue embajadora hondureña en México entre 2007 y 2010 bajo el gobierno de Manuel Zelaya, esposo de Castro, entonces primera dama.