Tamaulipas carga a cuestas un prontuario de gobernadores marcados por el escándalo, como si cada sexenio heredaran no solo el poder, sino la sombra de un destino ya trazado.
Apenas este miércoles, el ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba fue deportado de Estados Unidos a México.
Pasó de una cárcel a otra y llegó en tiempos oscuros para la clase política de su estado, donde la mala fortuna parece perseguir —sin tregua— a los últimos cinco ex mandatarios de la entidad.
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Por la tarde fue ingresado al penal del Altiplano, en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México. Justamente un 9 de abril, pero de hace ocho años, el tamaulipeco había sido detenido en Italia.
El ex servidor público permanecía recluido en Estados Unidos; sin embargo, fue enviado a México a petición de la Fiscalía General de la República (FGR), tras ser acusado por su presunta participación en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, lo que derivó en una orden de aprehensión en su contra.
El sospechoso arribó al Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT), procedente de Baja California. Eventualmente, personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) lo trasladó por vía terrestre en un dispositivo compuesto por cuatro camionetas
El convoy ingresó al centro penitenciario a las 17:59 horas y lo abandonó tras concluir el procedimiento de internamiento. Se prevé que su proceso judicial se lleve a cabo bajo el sistema tradicional y que las audiencias se celebren de forma privada.
Su llegada coincide con una mala racha que parece ensañarse con quienes alguna vez llevaron la batuta gubernamental en ese estado. Como si Tamaulipas cobrara, uno por uno, los excesos del pasado.
Mala época para los ex mandatarios
Su retorno a territorio mexicano se produce en un momento poco favorable para los ex gobernadores de Tamaulipas. El escándalo es casi una constante, como si el cargo viniera con una maldición.
Apenas hace unos días, Manuel Cavazos Lerma —quien gobernó de 1993 a 1999 y fue antecesor de Yarrington— acaparó titulares por un comentario que desató indignación: al intentar defender el voto de Morena en la Cámara de Diputados para evitar el desafuero del ex gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, declaró que Nidia Fabiola N., media hermana del diputado federal, “no está muy violable”.
“A Cuauhtémoc Blanco ya lo juzgaron, ya lo fusilaron, ya lo colgaron, ya es culpable, pero en un país democrático, eres inocente hasta que te prueben lo contrario, primero tienen que probarle que intentó violar a la hermana, que no está muy violable que digamos”, expresó en un encuentro con medios de comunicación.
También argumentó el voto a favor por la mala integración del expediente, ya que las formas no correspondían.
“El dictamen estaba mal integrado y como ustedes saben las cosas de derecho primero se ve la forma y luego el fondo. Y ese expediente estaba integrado y cuando un expediente está mal integrado que pasa, si el PRI aprueba el desafuero mal integrado pues ya salió, ya ganó y va a declarar primero que violaron el debido proceso y segundo que no se está cumpliendo el requisito de presunción de inocencia”, expuso el 31 de marzo.
La frase, por sí sola, desató una tormenta en redes sociales y le valió severas críticas. Como consecuencia, Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, lo destituyó de su cargo como secretario de Operación Política del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Además, el Congreso de Tamaulipas presentó una iniciativa para remover el nombre del ex mandatario de calles, colonias y espacios públicos, como medida para prevenir la normalización de la violencia de género.
La propuesta fue presentada por el diputado Byron Alejandro Eduardo Cavazos Tapia, del Grupo Parlamentario de Morena, quien argumentó que esta medida busca reforzar el compromiso con la igualdad de género y la dignidad de las mujeres tamaulipecas.
Por si fuera poco, el pasado domingo 6 de abril, Cavazos Lerma, de 79 años, fue internado en el hospital La Salle de Ciudad Victoria, debido a una inflamación del oído interno.
“El ex gobernador presentó síntomas que inicialmente hicieron sospechar de un problema cardiaco o neurológico, por lo que fue necesario realizar estudios”, explicó el secretario de Salud estatal, Vicente Hernández Navarro, quien agregó que la enfermedad afecta el oído medio y suele confundirse con otras condiciones debido a síntomas como vértigo, náuseas y pérdida del equilibrio.
Tras las rejas
Eugenio Hernández Flores, quien sucedió a Cavazos y antecedió a Yarrington, fue el segundo ex gobernador de Tamaulipas en ser encarcelado. Detenido también en 2017, pasó seis años en prisión. Aún enfrenta un proceso de extradición a Estados Unidos, luego de que un juez modificara la medida cautelar.
Durante su mandato, Tamaulipas vivió los momentos más cruentos de su historia reciente: el cisma entre Los Zetas y el Cártel del Golfo, que desató una guerra por los territorios, y el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI a la gubernatura, crimen sobre el cual Hernández Flores habló muy poco.
Seis meses después de ser liberado, fue postulado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para una curul en el Senado, de la mano de Manuel Muñoz Cano, hijo de Manuel Muñoz Rocha, diputado federal desaparecido en 1994.
No ganó. Pero su compañera de fórmula, Maki Ortíz, sí logró una curul por la vía plurinominal. En 2024, Hernández Flores fue designado como secretario de Operación Política del Comité Ejecutivo Nacional del PVEM.
En el exilio
Egidio Torre Cantú, hermano del candidato asesinado Rodolfo Torre, gobernó de 2011 a 2016. Es el único de los últimos cinco exmandatarios que no enfrenta cargos penales, aunque en 2017 fue denunciado por el entonces diputado federal de Movimiento Ciudadano, Gustavo Adolfo Cárdenas Gutiérrez, por presunto enriquecimiento ilícito y malos manejos administrativos.
Durante su sexenio, la violencia alcanzó niveles alarmantes. Al terminar su mandato, dejó su domicilio oficial en Ciudad Victoria para trasladarse a Nuevo León.
Mudanza a Texas
Rompiendo la línea priista y para cerrar este desfile de sombras, la Fiscalía General de la República también ha solicitado órdenes de aprehensión contra un ex gobernador panista: Francisco García Cabeza de Vaca.
Se le acusa de operaciones con recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero y delincuencia organizada.
No obstante, el también ganadero ha logrado evadir a la justicia mediante una cadena de amparos.
Fue visto por última vez en Tamaulipas a finales de septiembre de 2022. Se dice que reside en McAllen, Texas, donde fue captado nuevamente el 7 de abril, y en ocasiones anteriores, paseando por tiendas del Valle texano.
La FGR había solicitado una ficha roja a nivel internacional para su localización y detención, pero el panista presentó un documento de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en el que se indica que no está sujeto a ninguna notificación.
Cinco ex gobernadores. Unos han pisado la cárcel; otros, los hospitales y el exilio. Todos atrapados por un pasado que ya no se borra.
SJHN