Si existe un partido ecologista, uno religioso, otro de derecha y los escombros de uno de izquierda, ¿por qué no uno feminista que asalte la política nacional y dé espacios de elección popular, legislativos y de gobierno a las mujeres, y que perfile a su candidata presidencial para 2024?
Yndira Sandoval, fundadora de Nosotras Tenemos Otros Datos e integrante de Las Constituyentes Ciudad de México, afirma que el único movimiento social legítimo en el país es el de las mujeres.
En entrevista con MILENIO, destaca que las primeras mujeres que incidieron en la política abrieron camino a las siguientes generaciones y ahora “ya llegamos y no nos vamos”.
Señala que el movimiento feminista está consolidado como la única fuerza política y que su relevancia se debe a que por fin la historia les está dando la razón respecto a que los postulados patriarcales que dirigieron el país “están agotados y son obsoletos”.
¿Cómo fue su camino para llegar adonde está ahora?
Soy politóloga, me titulé en Ciencias Políticas, pero de formación soy antropóloga social. Tengo una formación históricamente política, mis padres eran normalistas disidentes, desde el movimiento político de izquierda. Me empecé a cuestionar temas como: ¿Por qué no me dejaban llevar pantalón a la escuela?, ¿por qué en el consejo solo había hombres? Siempre busqué colocar temas de género. Fui subsecretaria del PRD a mis 21 años y también cupé por dos años consecutivos la coordinación de feminismo en América Latina y el Caribe, y he sido funcionaria pública; a los 28 años obtuve la dirección del Instituto de Mujeres de CdMx, ahora secretaría de las Mujeres. Mi militancia en el feminismo es genuina. He militado en partidos y organizaciones sociales, pero mi militancia ha sido el feminismo.
¿Fue difícil tratar de inculcar esa versión feminista en estos organismos de gobierno?
Claro, no hay espacio fácil porque todas las estructuras son patriarcales; tratar de incidir no fue fácil, primer por ser mujer y además ser joven. Tener las gafas violetas bien puestas me permitió decir “hasta aquí”, me siento satisfecha de los logros y de que donde he participado me ha distinguido la posibilidad de incidir.
¿Cómo ha sido realizar este trabajo feminista desde Las Constituyentes y ahora en Nosotras Tenemos Otros Datos?
La participación política debe verse como un derecho humano, hacemos incidencia política y eso me viene bien como militante en lo individual y lo colectivo, pues creo que la participación política no se debe limitar a los partidos. Las Constituyentes Ciudad de México somos una organización política feminista, de izquierda progresista, que se ha propuesto incidir en los marcos jurídicos; en cinco años logramos grandes alcances; no hace falta militar en un partido para incidir en la vida pública.
Nosotras Tenemos Otros Datos también ha logrado incidir políticamente. Nos propusimos cambiar las cosas y lo hemos hecho.
¿Cuál es la importancia de que se esté dando mucha visibilidad al feminismo en México?
El movimiento está consolidándose como la única fuerza política en el país, los partidos se convirtieron en estructuras o maquinarias electorales y dejaron de ser una fuerza política; el feminismo es un movimiento político y filosófico que representa toda una propuesta política, no hace postulados solo para las mujeres, sino para cambiar las dinámicas estructurales de la sociedad, y me parece que ha cobrado mucha fuerza y relevancia, está en el radar. No es que ahora como feministas tengamos más relevancia, es que la historia está dando la razón a que los postulados con los que se ha dirigido el sistema ya están agotados, son obsoletos y el movimiento se vuelve relevante, pues es el único progresista y revolucionario vigente hasta ahora.
¿Cree que esta es una época en donde la mujer tendrá más participación en el ámbito público, privado y social?
Sin duda es la década de las mujeres, estamos en la antesala del proceso electoral más importante de la historia, donde de los más de 20 mil cargos a elegir, más de 10 mil serán de las mujeres. Vemos más mujeres en la toma de decisiones, sin embargo aún tenemos una gran amenaza: la violencia machista, la misoginia, la discriminación, pero eso no quita que las mujeres vamos para adelante. No solo hablamos de una nueva etapa, sino de un nuevo régimen político y esa es la feminismocracia, con las mujeres al frente y los derechos al centro; ya llegamos y no nos vamos.
¿Cuáles son sus metas a corto y mediano plazos?
Aspiro a que se pueda consolidar el feminismo como una fuerza política nacional y que hablemos de un partido político feminista, habrá que ver los perfiles para impulsar hacia 2024 a una candidata a presidenta. Me entusiasma, me brillan los ojos y se me enchina la piel con la posibilidad de que se consolide en las bancadas federales y locales, y que sea desde las gafas violetas desde donde se ejerza una nueva forma de hacer política.
¿Cuándo era niña se imaginaba que haría todo esto?
Sí me veía así, pensaba mucho en Yndira Gandhi, la primera ministra mujer en India y la segunda en el mundo. Estoy satisfecha de lo logrado, aunque no es suficiente, y no es que cada vez exijamos más, sino que cada vez estamos más cerca de lo que merecemos.