Las atenciones por depresión e intentos de suicidio se han disparado a causa de la crisis ocasionada por el coronavirus, en medio de la ausencia de políticas públicas y estrategias que puedan evitar un problema social más grave, como una línea de ayuda o más hospitales especializados en psiquiatría.
El covid-19 y sus mutaciones no solamente ha dejado daños colaterales relacionados con crisis económica, contagios, muertes o problemas sociales, también ha disparado problemas mentales en adultos, jóvenes y menores de edad en un lapso de tiempo relativamente corto.
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“Hace dos años recibimos solicitudes de apoyo o llamadas en búsqueda de orientación, fueron ocho en el primer semestre del 2020; sin embargo, en todo el año, se recibieron 46 llamados para atender a personas con depresión y tres llamadas por casos de auxilio en intentos de suicidio”, precisó Nicolasa Niño, directora de comunicación de la Fundación Granito de Arena.
Los primeros días del 2021 fueron la muestra de una tendencia elevada del problema, ya que en menos de cinco días del naciente año hubo dos reportes de intentos de suicidio, uno en los primeros minutos del año al reportarse a una mujer que se intentó aventar desde lo más alto del Puente Tampico y, el lunes pasado, se recibió un reporte de otro ciudadano del sexo masculino que quería suicidarse en su casa producto de una crisis.
En medio de clases a distancia y, a veces por necesidad, la falta de acompañamiento de los menores de edad que se quedan solos en sus hogares porque sus padres tienen que salir a trabajar, así como los cambios drásticos en su forma de enseñanza aprendizaje y el alejamiento de la actividad física, han sido factores para que los menores caigan en cuadros depresivos.
“En los niños ha sido el área que más se ha afectado porque los niños están en sus casas, ya no están con sus maestros, en educación física, no pueden salir al parque a jugar con la libertad de antes y en los deportes siguen practicándose en línea, ya no es lo misma convivencia”, remarcó.
Tan solo el año pasado se tienen reportes de tres suicidios de menores de rangos de edad que van de los 10 a los 14 años, de acuerdo a la estadística de una agrupación que en caso de recibir una llamada de auxilio, mediante la ayuda de sus voluntarios acude hasta el sitio en cuestión con la finalidad de frustrar un potencial suicidio.
Falta de políticas públicas
El repunte en las conductas depresivas y los intentos de quitarse la vida de ciudadanos de diversos rangos de edad han evidenciado la falta de estrategias de prevención o simplemente de respuesta ante casos que ya no son aislados.
La directora de comunicación de la Fundación aseguró que, en primer lugar, en el sistema educativo público no existe en el organigrama un sitio para un psicólogo que a tiempo pueda detectar los casos de depresión en menores de edad.
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“Hay un aumento de crisis depresiva y no aumentan los psicólogos escolares, no hay especialistas en psicología en las escuelas, hay muchos pero están desempleados, no se han generado los espacios”, sentenció.
Otro aspecto que, inclusive se ha planteado a la Secretaría de Salud del estado y a la Secretaría de Salud federal, ha sido la creación de una línea de ayuda al alcance de toda la ciudadanía que pueda ayudar a frenar el índice de personas que atentan contra su propia integridad a causa de desórdenes mentales.
“En otros estados hay una línea de ayuda todo el tiempo, las 24 horas del día y en otros municipios, con el fin de que se canalicen a las diversas líneas de ayuda”, manifestó la activista; sin embargo, situaciones como una crisis sanitaria le dio prioridad a otras necesidades médicas.
Asimismo, los hospitales o espacios en donde se de atención o seguimiento a los pacientes con problemas mentales en la zona sur del estado son mínimos, aunado a la falta de medicamentos especializados ya que es prácticamente imposible que los nosocomios tengan clonazepam, diazepam, entre otros medicamentos controlados.
Por ejemplo, en este momento solamente es el Hospital Psiquiátrico de Tampico, el cual forma parte del Hospital “Dr. Carlos Canseco”, el único que tiene atención a usuarios con problemas mentales y es la instancia que se encarga de subrogar servicios de otras instituciones de gobierno.
Se pueden salir adelante
Una de las historias recientes que ha llenado de satisfacción a los integrantes de “Granito de Arena” es la de una joven mujer con intenciones de quitarse la vida al manejar a exceso de velocidad en su camioneta.
Al recibir el llamado se acudió a dar atención y se dialogó con la madre de familia, que en el vehículo que afirmaba se iba a matar, llevaba a sus hijas menores de edad.
Se le convenció de bajarse del auto y de no hacerle daño a sus hijos, así que de alguna forma se le hizo entrar en razón, logrando salvar su vida y la de los menores de edad; ahora, la mujer está trabajando en la Capital del país y sus hijos están con ella, sanos y salvos, luego de que su madre decidió seguir un tratamiento con especialistas y sanar. Hoy ya no necesita medicación.
Pero hay casos más extremos, en donde una persona ha intentado quitarse la vida hasta en cinco ocasiones. “Un amigo hace muchos años (24), en el malecón de Ciudad Madero, en su tercer intento lo logró”, remarcó Nicolasa Niño.
ICGC