El sabor dulce nos produce una sensación de bienestar y este es generado principalmente por consumir azúcar. Sin embargo, debemos prestar atención a las cantidades que ingerimos por el bien de nuestra salud.
¿Mi cuerpo necesita azúcar?
La revista española Nutrición Hospitalaria en su artículo El azúcar en los distintos ciclos de la vida: desde la infancia hasta la vejez explica que nuestro cuerpo necesita azúcar, su principal función es proporcionar la energía que nuestro organismo requiere para el funcionamiento de los diferentes órganos, como el cerebro y los músculos. Sólo el cerebro es responsable del 20% del consumo de energía procedente de la glucosa, aunque también es necesaria como fuente de energía para todos los tejidos del organismo. Si ésta desciende, el organismo empieza a sufrir ciertos trastornos: debilidad, temblores, torpeza mental e incluso desmayos (hipoglucemia).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda en un adulto sano el consumo de 25 g de azúcar al día, lo que equivale a 5 cucharaditas cafeteras al ras.
¿Azúcares ocultos?
Tal vez pienses que consumes menos de esa cantidad de azúcar porque no endulzas tus bebidas, sin embargo si consumes algún producto procesado, seguramente le estás dando a tu cuerpo más azúcar de la que habías planeado.
Agustín López Munguía en su artículo Azúcar, hechos y mitos de la Revista de Divulgación de la Ciencia de la UNAM ¿Cómo vez? Explica que una lata de refresco de 360 mililitros contiene entre 40 y 50 gramos de azúcar, lo que equivale a unas cinco o seis cucharadas cafeteras de azúcar, cantidad que por supuesto supera la recomendación hecha por la OMS y no solo eso, sino que si decides tomar diariamente una lata de refresco a mediodía sin variar ni tu dieta ni tu actividad física, al cabo de un año habrás subido casi siete kilos por el exceso de energía acumulada.
Las etiquetas nos ayudan
Otra manera de encontrar azúcar oculta en los alimentos procesados es revisar los ingredientes en las etiquetas, para ello, la revista del consumidor, en su edición número 513, señala algunos nombres de los azúcares añadidos, los cuales debemos evitar:
- Sacarosa: Es el azúcar que proviene de la caña de azúcar y de la remolacha.
- Glucosa: También conocida como dextrosa, es un tipo de azúcar derivado de carbohidratos como almidones.
- Fructosa: Es un elemento natural de la fruta, de ahí el nombre, se obtiene de forma industrial, principalmente del jarabe de maíz.
- Jarabe de maíz de alta fructosa: Es un edulcorante muy similar al azúcar, ya que ambos están compuestos por los mismos elementos del azúcar: la glucosa y fructosa, sin embargo sus azúcares no provienen de la fruta sino de una mezcla altamente purificada de la fécula de maíz.
Estos son sólo algunos nombres de los azúcares añadidos, sin embargo, con la modificación a la Norma Oficial Mexicana 051-SCFI/SSA1- 2010 en materia de etiquetado, es más sencillo identificar cuando un producto contiene mucha azúcar y evitar consumirlo, simplemente se debe buscar la leyenda “exceso de azúcares” dentro de un hexágono negro y evitar consumirlos a la medida de lo posible.
¿Qué efectos tiene el azúcar en mi organismo?
Un estudio, realizado en cerdos pequeños, publicado por la revista Scientific Reports5 sugiere que la ingesta en exceso de alimentos ricos en azúcares puede generar una adicción que favorece la aparición de problemas de salud e induce cambios en el cerebro.
Isabel Pérez y Luz Oliva en la infografía Sabor dulce, amarga consecuenciaperteneciente a Ciencia UNAM explican algunas consecuencias de consumir azúcar en exceso:
- Resistencia a la insulina, lo que puede detonar el Diabetes Mellitus tipo 2
- Diversos tipos de cánceres
- Hígado graso
- Caries dentales
- Estimulación de las glándulas sebáceas, lo que implica que la piel puede presentar granos
- Aumento de peso
El consumo de azúcar no es malo en sí mismo, el problema radica en la cantidad que ingerimos casi sin darnos cuenta, principalmente por alimentos ultraprocesados. Sin embargo, al preferir alimentos que contienen azúcar natural como las frutas, estaremos saciando nuestro deseo por comer algo dulce y aportaremos nutrientes que nos ayudarán a mantener una buena salud.
bgpa