La hepatitis es un padecimiento producido por un virus que causa la inflamación y afectación del hígado, generando una serie de daños en el organismo que pueden llevar a la muerte. Este padecimiento puede ser una infección aguda a corto plazo o una infección clínica a largo plazo.
Existen cinco tipos de hepatitis viral, entre las que se encuentra la hepatitis A, B, C, D y E, que si bien todas están relacionadas en la afectación hepática, se diferencian por los modos de transmisión, la gravedad y los métodos de prevención.
Michel Chavarría Mena, epidemióloga, manifestó que algunas de las hepatitis son menos agresivas que otros, pues en el caso de la A y B son los más comunes y leves, mientras que la C y D, si no se atienden es probable que puedan agudizarse y causar la muerte.
“De ahí la importancia de la vacuna, tenemos para la A, B, C y D y algunas de orígenes muy extremos para los niños, por ejemplo los fármacos o que se presente hereditario, pero la vacuna los protege”.
Cómo afecta cada tipo de Hepatitis
En el caso de la hepatitis A, causa una afección aguda y por lo general suele desaparecer en algunas semanas. Se propaga mediante los alimentos contaminados o por una persona infectada y los síntomas son pérdida de apetito, fatiga, dolor abdominal, náuseas y febrícula. Se previene con la vacuna.
La hepatitis B, puede causar una infección aguda o crónica, se transmite por fluidos corporales infectados, contacto con sangre, relaciones sexuales y de madre a hijo durante el embarazo. Los síntomas de este padecimiento pueden variar, pero pueden incluir color amarillento en los ojos, orina oscura, dolor abdominal.
Mientras que la tipo C, puede ser crónica o aguda, se transmite por transfusiones de sangre contaminada, compartir jeringas, hacerse piercing o tatuajes con material contaminado, así como por contacto sexual. A diferencia de la A y B, la hepatitis C no se previene con vacunas.
Quienes la desarrollan presentan fatiga, náuseas, pérdida de apetito y color amarillo en piel y ojos. Si se atiende a tiempo puede evitar el riesgo de desarrollar una enfermedad hepática mortal o cáncer de hígado.
El virus de la hepatitis D, es poco común debido a que solo afecta a personas infectadas por la B. La coexistencia de los dos tipos puede agravarse y se transmite por transfusión sanguínea, jeringas infectadas, contacto sexual y de madre a hijo en el embarazo.
Los síntomas son dolor abdominal, náuseas, dolor de articulaciones, fatiga, orina color oscuro, ictericia (color amarillento de ojos y piel). En este caso son pocos los tratamientos y el trasplante de hígado en un caso crónico puede ser efectivo.
La especialista señala que los tipos más graves de hepatitis dejan secuelas en el organismo de por vida, en este caso en el órgano blanco que es el hígado, es por eso que se necesita estar haciendo chequeos principalmente pruebas de función hepática por lo menos una vez al año.
“Se tienen que cambiar hábitos de alimentación, consumo de alcohol, consumo de medicamentos, porque no todos los medicamentos son compatibles con el tipo de hepatitis aguda, esto agrava a la largo plazo y los rangos en los que se manejan los laboratorios es fundamental para poder tener una buena calidad de vida”.
En lo que se refiere al virus del tipo E, éste se transmite a través del consumo de alimentos, de agua contaminada con materia fecal y de la falta de higiene. Sus síntomas son piel y ojos amarillos (Ictericia), nauseas y la falta de apetito. A diferencia del tipo A, no cuenta con vacuna, por lo que la prevención es a través de medidas higiénicas es el mejor tratamiento.
Casos recientes presentan diferentes síntomas, ¿tiene relación con el covid?
Los casos de hepatitis aguda que se han registrado en últimas fechas en diferentes países y que ha afectado principalmente a niños de 2 a 16 años, ha generado alarma entre los padres de familia, sin embargo, la epidemiología, Michel Chavarría, manifestó que se desconoce cuál es su etiología (estudio sobre las causas).
Explica que dentro de los tipos de hepatitis conocidos como la A, B, C, D y E no hay problema debido a que se sabe cómo tratarlos y se conoce su origen.
“Este es un origen desconocido, es lo alarmante que no sabemos cuál es su etiología y que como el covid en su momento, presenta diferentes síntomas, no hay un orden en cuanto a la sintomatología, ni hay algo lineal, por lo cual nos podamos basar los médicos al ver al paciente”.
Por eso la importancia de que cumplan con su esquema de vacunación, pues antes de los 6 años, cubre los tipos de hepatitis ya conocidos.
“Es importante que verifiquen esta cartilla y que vean que los niños tengan su esquema lo más completo posible de acuerdo a su edad”.
Señala que, “los síntomas de la hepatitis aguda infantil que se presenta en estos momentos, son similares a los de la A: color amarillento de ojos y piel, diarrea, dolor abdominal, vómito, fatiga y dolor abdominal de lado derecho, que es en donde se encuentra el hígado".
“Si quitamos los ojos amarillos, es algo muy común en los niños y sobre todo los chiquitos en la edad que se está presentando esta hepatitis, por la alimentación, porque se llevan las manos a la boca, andan jugando en la tierra, eso lo hace un poco más difícil para llegar a su diagnóstico”.
En México y en particular en la región Lagunera, dijo, hasta el momento no se ha tenido un caso confirmado, sin embargo las alertas epidemiológicas que se tienen o la sintomatología, es lo que se les ha informado a través de documentos basados en los vasos que se han presentado en países de Europa.
Indicó que algunas de las recomendaciones que se tienen al no saber hasta el momento el origen de esta nueva hepatitis, es seguir las mismas acciones preventivas que llevan con los demás tipos de hepatitis, entre ellas el lavado de manos, uso de cubrebocas, estornudo de etiqueta y que aunque no tenga nada que ver con tipo respiratorio, pudiera tener alguna relación con niños que tienen o han tenido covid.
aarp