En Jalisco, 13 de cada 100 personas sufren de trastornos de ansiedad. Estudios recientes revelan que la prevalencia en el estado es de 16 por ciento, del cual la mayoría son mujeres entre los 25 y los 50 años de edad.
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De acuerdo con la subdirectora del Centro Comunitario de Salud Mental, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Mileva Grijalva Jiménez, la ansiedad se trata de un estado emocional desagradable que comúnmente va acompañado de efectos físicos, como respiración, ritmo cardiaco acelerado y palidez. Es un padecimiento frecuente entre la población, el cual puede incluso aparecer desde edades tempranas.
En un comunicado, la especialista destacó que el padecimiento en los niños, comúnmente sobreviene a eventos traumáticos, como la pérdida de seres queridos, separaciones de los padres o situaciones como fracaso y/ o violencia escolar (bullying).
En los adultos puede haber diversos desencadenantes: fases de abstinencia al alcohol y a drogas, algunas enfermedades, como el hipertiroidismo, así como también experiencias o eventos traumáticos.
“Quienes ingieren medicamentos para perder peso, al igual que las personas en tratamiento por afecciones cardiacas o del sistema nervioso central, son también vulnerables a presentar trastornos de ansiedad”, añadió.
Grijalva Jiménez destacó que se diagnostica clínicamente como una sensación de peligro amenazador, caracterizado por malestar, tensión o aprehensión; y se puede acompañar de síntomas físicos, como: respiración y ritmos cardiacos agitados, palidez, boca seca, sudoración, temblor y sensación de debilidad.
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Entre las principales manifestaciones de los trastornos de ansiedad están los ataques de pánico, que constituyen una forma muy aguda de los mismos, acompañada de una sensación de pérdida de la razón e inclusive de muerte inminente, indicó.
Otra forma frecuente de manifestación, apuntó, es el trastorno mixto ansioso-depresivo, caracterizado porque, además de la ansiedad, los pacientes tienen síntomas depresivos como tristeza, deseos de llorar, desesperación, minusvalía, desmotivación y pesimismo.
Para el tratamiento de la ansiedad, dijo, por lo general se administran fármacos por un periodo que habitualmente no pasa de 12 semanas, y debe ser el psiquiatra quien haga la prescripción.
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Precisó que demás de los ansiolíticos, algunos pacientes requerirán de fármacos antidepresivos como sostén, así como psicoterapia y terapias de relajación durante seis a ocho meses en promedio.
La mayoría de los pacientes responde favorablemente al tratamiento, aunque los trastornos pueden reaparecer en el transcurso de la vida, por lo que aconsejó que ante cualquiera de los síntomas ya señalados, se busque apoyo médico especializado, pues no tratada, la ansiedad puede derivar en situaciones que afecten el desempeño integral de la persona.
Entre los principales factores para el desarrollo de este padecimiento están las condiciones de vulnerabilidad: la pobreza, el desempleo, la violencia, la baja escolaridad, la sobre carga de responsabilidades, las discapacidades y las adicciones.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el globo terráqueo la principal enfermedad mental reportada es la depresión, con 300 millones de pacientes; al igual que en México, donde este mal aqueja al 9.7 por ciento de las mujeres y al 4.9 por ciento, en el caso de los hombres.
Pero, de acuerdo con la doctora María Luisa Ávalos Latorre, académica del Departamento de Salud Poblacional de la Universidad de Guadalajara, en Jalisco no es así. La mayoría de las enfermedades mentales son trastornos de ansiedad, con 16 por ciento de prevalencia.
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De acuerdo con la OMS, el buen estado psíquico de un individuo es: “El estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Para Ávalos Latorre, esta condición se ve en riesgo en el 23.9 por ciento de los habitantes de Jalisco. Cifra que coloca al estado en el segundo lugar de la prevalencia de este padecimiento en el país. El primer lugar lo ocupa la Ciudad de México. En todo el territorio nacional es de 18 por ciento: cinco puntos menos que el promedio en esta entidad.
En entrevista, el maestro Julio Horacio Villegas Olguín, jefe de comunicación social deI Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME), expuso que la depresión es el segundo mal que afecta a los individuos, seguido del abuso de sustancias, trastornos por déficit de atención e hiperactividad, del sueño y los padecimientos de larga evolución más complejos como la bipolaridad y la esquizofrenia.
El especialista explicó que en Jalisco alrededor del 11 por ciento de la población padece depresión. La ansiedad y la depresión tienen síntomas comunes, sin embargo, no siempre están ligadas.
Y además
Qué hacer El especialista recomienda no esperar a tener acceso a la atención de un profesional:“Cuando comienzan a sentir alguno de los síntomas descritos se puede acudir con un médico general. Hoy en día muchos médicos ya están capacitados para detectar depresión, ansiedad e ideación suicida. Hoy sabemos que la derivación con el especialista puede tardar hasta meses”. Es común que las personas vivan con estos padecimientos hasta 10 años antes de comenzar a tratarse.La mayoría de las veces es por ignorancia: “Los prejuicios, la falta de información, el rechazo y el aislamiento de las personas con enfermedad mentales provoca un círculo vicioso que hace que las personas pierdan tiempo de atención”.Sobre las enfermedades mentales en los niños, Ávalos Latorre precisó que en este sector de la población destacan los trastornos del desarrollo: “A escala mundial se calcula que uno de cada 160 niños tiene ese tipo de trastornos que tienen que ver con retrasos en la maduración, que los van a llevar a la dificultad de adaptarse a sus exigencias cotidianas”.
SRN