Un dolor persistente, quemante o ardoroso que incluso provoca que la ropa no se tolere y que cualquier rose en la zona en donde se registra una lesión sea insoportable, debido al daño en el nervio sensitivo, sensación que puede durar días, semanas o nunca desaparecer, así se podría definir la neuralgia postherpética, una de las complicaciones más frecuentes del herpes zóster.
La enfermedad que es provocada por una reactivación del virus de la varicela en pacientes adultos, particularmente en aquellos con alguna enfermedad crónica o inmunocomprometidas.
A pesar de existir dos tipos de vacunas contra el Herpes Zóster, que podrían prevenir esta enfermedad o en su caso reducir el impacto que genera, estas dosis no forman parte del esquema de vacunación, lo que no solo incrementa el dolor, las secuelas y la discapacidad por esta enfermedad, también multiplica los costos para las y los pacientes, sus familias y el propio sistema de salud.
Por ello, especialistas sugieren la incorporación de esta vacuna a los esquemas preventivos, lo ideal sería que desde los sistemas de salud; pero de no lograrse, considerarlo dentro de los propios gastos en salud que realizan las familias.
¿Qué es Herpes Zóster?
Al respecto, el coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunología, Rodrigo Romero Feregrino, explicó que el virus varicela-zóster (VVZ) es el causante de dos enfermedades. La primera vez que se tiene contacto con este virus causa la varicela, originando lesiones en la piel que comúnmente conocemos, con comezón, fiebre, entre otras molestias; sin embargo, aunque los síntomas hayan desaparecido, el virus se queda guardado, toda la vida, en algún ganglio neuronal del cuerpo.
Este virus se reactiva, durante las edades adultas, por razones pueden estar relacionadas con enfermedades o estrés, brotando las lesiones de Herpes Zóster, que a diferencia de la varicela, duele mucho y solo se presenta en una zona del cuerpo.
Se estima que hasta 20 por ciento de las personas que cursan con varicela sufrirán una reactivación en forma de Herpes Zóster en la edad adulta. Esto sucede más frecuentemente a partir de los 60 años, ya que con la edad van disminuyendo las defensas naturales contra el virus.
Complicaciones
El coordinador de la Asociación Mexicana de Vacunología, Rodrigo Romero Feregrino, explicó que a mayor edad, sumado a factores como la presencia de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, hay mayor riesgo de que este virus brote.
Indicó que si bien no es una enfermedad que implique un seguimiento epidemiológico, se calcula que alrededor de 50 por ciento de las personas mayores de 70 años o más han presentado al menos un brote de Herpes Zóster.
A mayor número edad, también hay un mayor riesgo de presentar complicaciones como neuralgia, zóster oftálmico, que puede ocasionar ceguera, además de otros síntomas.
Vacunas disponibles
El especialista explicó que existen dos tipos de vacunas contra el Herpes Zóster: la vacuna recombinante con adyuvante (RZV) y la “viva atenuada” que contiene virus de la cepa Oka (ZVL), las cuales se recomiendan a mayores de 50 años y a personas que tengan mayor riesgo de enfermar de Herpes Zóster.
Estas vacunas, añadió, tienen una eficacia de más de 70 por ciento para la prevención de los brotes y de más de 90 por ciento para la prevención de las complicaciones.
“Por un lado es la reducción de la enfermedad como tal, que la gente no padezca esta enfermedad que es muy molesta, dolorosa y que tiene riesgos, y en segundo, todos los costos que esto conlleva, por eso todo lo que tiene que ver con prevención como es la vacuna hay que verlo que siempre va a ser beneficioso”.
PNMO/ KR