Después de ocho años de trabajar como enfermera del Hospital General de Tampico, en donde atendió a enfermos de covid-19 y fue seleccionada para aplicar la vacuna anti coronavirus, fue dada de baja sin motivo y sin un documento de por medio.
Vianey Chávez González, junto a Manuel Alejandro Navarro, camillero desde hace ocho años en el "Dr. Carlos Canseco", son dos jóvenes trabajadores de la salud que este miércoles fueron despedidos “injustificadamente", aseguraron.
Este miércoles 13 de enero, que quedará marcado en la historia por haber iniciado en Tamaulipas el proceso de vacunación contra el virus, les dieron las gracias dejando atrás la labor desempeñada, muchas veces, precariamente.
“No es posible que nos corran así siendo que yo fui capacitada para el proceso de vacunación anti covid, yo iba a estar vacunando y de repente me dicen que me retire”, aseveró la enfermera del área de cirugía, que por cierto se quedó sin vacuna.
Con lágrimas en los ojos y en la banqueta de la entrada principal del Hospital Canseco, el cual está sitiado por elementos de seguridad por el proceso de aplicación del biológico, afirmó que “los corren cuando hay muchas carencias”.
“Todo lo que he hecho en este hospital, mis ocho años trabajando, atendiendo personal de covid-19 pese a que no debería porque soy personal de contrato, así que no tengo seguridad social y no tengo atención médica”.
Recordó que el martes llegó al trabajo y le dijeron que se dirigiera a Recursos Humanos, el cual está a cargo de Sergio Moreno, quien solo le dijo “eliminamos tu huella del checador, estás dada de baja”.
El único camillero para todo el hospital
El mismo caso es el de Alejandro Navarro, quien tras ocho años como camillero en el nosocomio porteño, el día en que llegaron los biológicos contra el coronavirus lo despiden sin un documento en la mano que evidencie motivos concretos.
“Atendemos pacientes de covid y la verdad es que no se me hace justo que de la noche a la mañana me digan que me despidieron, quisiera un papel y nada de palabra, que busquemos la manera de que alguien nos respalde".
Señala que no han sido fáciles los nueves meses de la pandemia en dicho nosocomio, “porque en algún momento fui el único camillero disponible para todo el hospital, porque mis compañeros tuvieron que atender otras emergencias”.
Junto a su compañera Vianey, el joven trabajador de la salud aseguró que en algunos momentos tuvieron que hacer labores que no les correspondían y todo debido a la falta de personal.
Asimismo, manifestaron que en los duros meses de la crisis sanitaria en el hospital, con la finalidad de sacar adelante su labor tuvieron que hacerle frente a la pandemia sin el equipo necesario.
“Hubo días en los que incluso en los que no había guantes de protección para el personal de salud, faltaban insumos, cubrebocas, lo básico para protegernos, son muchas situaciones, espero y nos ayuden”.
Mientras los jóvenes guerreros en medio de la pandemia exponían su caso, sus padres los acompañaron y lloraban al ver lo que consideraron como una injusticia en un momento en el cual lo más requerido es personal de salud.
EAS