Este fin de semana vuelven las altas temperaturas a Monterrey y su área metropolitana. Abimael Salas ya dijo que el termómetro alcanzará valores de hasta 27, 31 y 33 grados y los regios amantes del calor preparan sus actividades favoritas.
¿Una carnita pa’ festejar?
Esta es de las favoritas, sacar el asador, prender el carbón y marinar unos cortes de carne para reunir a la familia y amigos, es una actividad de la que no se cansan los regiomontanos. Sin embargo, dada la actual crisis del agua, algunos expertos ambientalistas recomiendan disminuir el consumo de carne de res, ya que su producción requiere grandes cantidades de agua, así que igual y un pollito asado no vendría mal.
Sed de la peligrosa
Otro común denominador de las altas temperaturas son los altos consumos de alcohol, mayormente de cerveza. Con este pronóstico del tiempo se prevén también las heladas, pero en la hielera. Irónicamente, aunque refresca, el alcohol tiene un efecto deshidratante en quien lo consume, por lo que se recomienda tomar agua a la par que se toman este tipo de bebidas, sobre todo si es en ambientes calurosos, para prevenir la deshidratación.
Agarrar carretera
Igualmente cuando amanece soleado es tradición del regio subirse al carro con toda la familia rumbo a Los Cabazos, camino a la carretera Nacional, donde se puede encontrar comida típica de la región, venta de muebles para exterior e interior, postres como el pan de elote y alguna que otra amenidad. No importa el destino si disfrutas el viaje con la ventana abierta, sintiendo el aire fresco de las periferias.
Aprovechar el sol
Otra actividad de adulto responsable es también pensar en lavar la ropa cuando se asoma el astro mayor, para aprovechar sus rayos y el calor y así tender la carga una vez que sale de la lavadora, porque en esta vida no todo es recreación.
Recientemente el gobierno del Estado declaró que los neoloneses disminuyeron su consumo de agua en las últimas fechas, señalando que en parte era gracias a la reactivación de las escuelas y el comercio, sin embargo, también había que admitir que las bajas temperaturas ayudaron. Ahora que nos espera una ola de calor en Nuevo León habría que monitorear sus efectos en esta crisis hídrica.