En el Estado de México el rezago educativo prácticamente se triplica en las personas con alguna discapacidad, en comparación con quienes no reportan esta condición, así lo muestran datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Datos de este organismo señelan que para el corte de 2018, la seguridad social y el rezago educativo eran dos de las carencias sociales más reportadas entre las poblaciones con alguna discapacidad en territorio mexiquense.
Estos datos retomados en la publicación “Discapacidad y pobreza en el Estado de México”, del Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social de la entidad (Cieps), refieren que si bien en la población general se ha presentado una tendencia a la baja en las distintas carencias sociales, en el caso de la población con alguna discapacidad no ha sido así.
En el comparativo entre 2016 y 2018 se muestra un incremento, por ejemplo, en cuanto a rezago educativo, se indica que en 2016 37.2 por ciento de la población con alguna discapacidad presentaba esta carencia, mientras que en 2018 el porcentaje fue 37.7 por ciento, lo que equivale a más de 383 mil 195 personas.
Cuando este indicador se compara entre la población con alguna discapacidad y quienes no reportan esta condición, los datos son significativos, pues se indica que mientras en la población en general, el rezago educativo en la entidad se ubicaba en 12.9 por ciento, pero en las personas con alguna discapacidad alcanzó 37.7 por ciento, es decir, prácticamente el triple.
El gran reto
De acuerdo con el Observatorio sobre la Inclusión Social de las Personas con Discapacidad (Obindi), una iniciativa interinstitucional en la que participan la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Lerma y la Universidad Iberoamericana, el acceso a la educación es uno de los principales retos a los que se enfrentan las personas con alguna discapacidad.
En la investigación “Nivel de estudios de la población con discapacidad”, a cargo de Wilfrido A. Gómez-Arias, Andrés Moctezuma y Andrea M, publicada por Obindi, se señala que la información oficial que muestra esta problemática tiene un sesgo, pues “no es posible determinar.
Toda vez que la ENIGH 2018 no precisa el momento en que las personas con discapacidad adquirieron esa condición, a excepción de la discapacidad desde el nacimiento.
Por ello, no está definido si las personas con discapacidad en el 2018 realizaron los estudios antes o después de encontrarse con alguna limitación”.
En México, se señala, la población sin discapacidad que no tiene ningún grado escolar corresponde al 5% de la población total, mientras que para la población con discapacidad este porcentaje se multiplica casi por cuatro representando al 19.7 por ciento del total de personas con discapacidad.
En el caso de la población con discapacidad, se informa, los estudios realizados se concentran mayoritariamente en el grado de primaria, con el 46 por ciento; en contraparte, la escolaridad de la población sin discapacidad tiene una distribución más homogénea, predominando los segmentos de primaria, secundaria y preparatoria, con una suma que equivale casi 70% de esa población.
Por otro lado, solo 16.4 por de la población con discapacidad tiene nivel de educación secundaria y 6.3% a nivel de bachillerato
emg