“El Niño Dios es milagroso”: Feligreses acuden a bendición y piden por el fin de la pandemia

Irma asegura que el “Divino Niño” le ha ayudado a no enfermar de covid, a adquirir un terreno el año pasado y de bendecir su negocio

Acuden a bendecir a su Niño Dios. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Irma Cervantes González acudió desde temprana hora a la Iglesia La Asunción, en Pachuca, este 2 de febrero Día de la Candelaria y día en el que se bendice por tradición las figuras de Niño Dios, y esperó una hora para poder entrar al recinto y recibir el agua bendita para ella y su niño de yeso al que vistió como San Judas Tadeo y colocó en una canasta forrada en satín blanco.

Para ella, esta figura representa mucho porque le ha hecho milagros desde hace tres años, como el no enfermar de covid-19, por lo que es el primer año que acude a bendecirlo, “no había podido venir a la iglesia por lo de la pandemia, pero soy creyente, y mi Niño Dios es milagroso, es el Divino Niño, y me ha ayudado a no enfermar de la pandemia, así como de adquirir un terreno el año pasado y de bendecir mi negocio de tenis”, indica Irma.



Damasia Vites también se formó para entrar al recinto como cada año lo hace desde niña, desde hace más de 50 años, “porque desde los ocho años acompañaba a mi mamá a bendecir a su Niño Dios, y yo he seguido esta tradición, él me cuida mucho, siempre le pedimos eso y lo ha hecho sobre todo con lo de la pandemia, nos ha dado salud.


“Es por eso que cada año le tejo su trajecito, porque me gusta que estrene, así que le dedico unas tres horas para que quede bien bonito y abrigado”, expone, aunque tuvo que esperar una hora para poder bendecir su figura ya que, por disposición sanitaria, la Iglesia La Asunción controló su aforo al 30 por ciento para realizar la bendición, y sucesivamente salían personas para que entraran otras y se evitara la aglomeración en el lugar.

Por su parte, Cecilia de la Fuente llegó al atrio de esta iglesia, con un chal con el que cargaba a su Niños Dios, “es muy grande y pesado, pero es bendito y en casa lo cuidamos desde hace cinco años que llegó a la casa porque fue el regalo de una amiga de mi hijo, así que lo consentimos.

“Cuando lo vi supe que era especial y solo pude expresar que era lindo, lo cargué y le di la bienvenida a la casa, le di su bendición, lo cloqué en la mesa, le prendí su veladora y le coloqué un ramo de flores, ¡está chulo y es el que yo quería!, así que me siento afortunada de tenerlo”, comparte la mujer, quien cada año también lo trae a esta iglesia y le compra ropa nueva.

Y así, cada creyente cargaba con cuidado y cariño a su Niño Dios, envueltos en cobijas de bebé, o entre sus chamarras y abrigos, pero cada uno de los presentes indicó que esa figura representa la esperanza de “que continuemos bendecidos por Dios en este momento difícil que estamos pasando y solo creo que ellos nos protegerán, Dios es nuestro salvador y él sabe lo que cada uno padece, por lo que se que nos escuchará a todos los que deseamos que esta pandemia acabe”, concluyó Isabel Chávez, quien entró al atrio también para recibir la bendición.


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