Los intentos de criminales de delinquir desde dentro de las prisiones no cesan, ejemplo de ello es que en lo que va del actual periodo de gobierno (2018-2022) en los 11 centros penitenciarios del sistema estatal de Guanajuato, se han decomisado 35 celulares, aparatos que reclusos utilizan para llevar a cabo extorsiones telefónicas al exterior.
De acuerdo a los reportes oficiales, 9 de cada 10 de estos aparatos, son detectados desde las aduanas, intentando ser ingresados por personas que acudían de visita.
“En los penales de Guanajuato se han decomisado únicamente teléfonos celulares, de los cuales el 90% han sido interceptado en las aduanas de revisión de personas que ingresan a los centros penitenciarios y el 10% restante al interior de los establecimientos”, refirió la autoridad a través de una solicitud de acceso a la información.
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Del total de decomisos, ocho corresponden al año 2018, siete al año 2019, siete al año 2020, nueve al año 2021 y van 4 dispositivos celulares durante el 2022.
La lista de aparatos incautados, la encabeza el Centro Estatal de Readaptación Social de Valle de Santiago (para varones) con 7, al igual que el Centro de León con 7, la cárcel de Celaya acumula seis, la prisión de San Miguel de Allende cuatro y las cárceles de Acámbaro, Guanajuato, Pénjamo, Salamanca y San Felipe con dos respectivamente, en Irapuato sólo se ha registrado un decomiso y en el Centro Estatal de Readaptación Social de Valle de Santiago-Para mujeres-No se tiene registro de decomiso alguno.
La detección de estos dispositivos es crucial para inhibir delitos desde el interior de las cárceles, ya que a nivel nacional 8 de cada 10 llamadas de extorsión provienen desde centros penitenciarios. En el caso de Guanajuato, autoridades han logrado rastrear estas llamadas, cuyo origen es la prisión de “Puente Grande” en Jalisco.
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Debido a ello, en los 11 centro y estatales de prevención y reinserción social que conforman el sistema penitenciario del Estado de Guanajuato, diario se llevan a cabo operativos para buscar y decomisar los objetos que sean prohibidos.
De acuerdo a una entrevista realizada por Milenio a la persona titular de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro y la Extorsión de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, no se ha logrado documentar casos de extorsión desde las prisiones de la entidad.
“En los penales de Guanajuato no tenemos ahora detectada alguna actividad de esa naturaleza, todo es foráneo (…) Aquí prácticamente no tenemos hasta el día de hoy ningún caso que podamos considerar dentro de los mismos Ceresos (Centros de Reinserción Social) como llamadas extorsivas, todo lo que tenemos es fuera del estado "señaló el titular anti secuestro.
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Otro factor que influye, son los inhibidores de señal, dispositivos que producen perturbaciones de banda de frecuencia para bloquear y/o interferir los equipos electrónicos que quieran hacer uso del espectro radioeléctrico. En el caso de las prisiones de Guanajuato, los inhibidores no exceden los 6 años de antigüedad.
El inhibidor de señal del centro penitenciario de Acámbaro se adquirió en 2016, el de Celaya en 2020, en Guanajuato capital 2018, en Irapuato 2016, Pénjamo en 2019, Salamanca 2019, San Felipe 2019, San Miguel Allende 2016, Valle de Santiago en 2018, siendo el más reciente el de la cárcel de León de 2022.
PCQG