Para mucha gente la Navidad es la época más bonita del año por las vacaciones, las fiestas, los regalos y la posibilidad de reencontrarse con la familia y amistades, donde no puede faltar una decoración especial en la cual el árbol es el elemento principal y alrededor del cual giran los abrazos, la unión, la ayuda, la esperanza y los mejores deseos.
Por muchos años la tendencia fue comprar árboles artificiales que luego se tiraban a la basura o, en algunos casos, tenían la posibilidad de ser reusados unos años más.
Luego llegó la moda de comprar uno natural, e incluso irlo a cortar directamente al bosque, pero de nuevo, el mercado ha tratado de imponer modas con árboles y adornos, en los cuales incluyen, luces, colores, música y algunas otras novedades.
Pero hay quienes tratan de ir más allá, como el caso de Humberto Epifanio Aurelio Mota Ramos, quien junto a su familia lleva décadas en la producción y venta de árboles de Navidad en el Estado de México, desde su rancho, ubicado en Jilotzingo, donde los siembran y cuidan para atender parte de la demanda en el país.
“Cuando mis hijos eran chicos y recorríamos algunas colonias, en las primeras semanas de enero, veíamos muchos arbolitos en la calle, arrojados como basura y, en el mejor de los casos, usados como composta".
“Nos entristeció que tantos años de esfuerzo y trabajo terminaran así, sobre todo cuando tanta falta nos hace contar con más zonas verdes, detener el calentamiento global, respirar aire puro, evitar las islas de calor y tener una vista más agradable. Se nos ocurrió que en lugar de venderlos podíamos rentarlos y ayudarlos a regresar al bosque para cumplir su función vital” explicó.
¿En qué consiste la renta del árbol de navidad?
Esta actividad empezó formalmente hace 15 años y poco a poco se ha ido dando a conocer, de boca en boca y a través de las redes sociales.
Para aumentar la capacidad que tiene el rancho han incluido a varios productores del Estado de México para que puedan desplazar su producto, siempre con un riguroso control de calidad, porque el objetivo es que dure toda la navidad y aguante regresar a su lugar de origen.
Por ello se pacta no sólo la fecha de entrega, sino para recuperar el árbol, diseñado para esa temporada. Se les da un instructivo, se les da recomendaciones y todo lo necesario para que lo cuiden durante el arrendamiento.
Los árboles se siembran en el monte. En este caso se trata de la especie Abeto de Douglas, con medidas de 1.60 a 2 metros, ya incluyendo la maceta, que necesitan de siete u ocho años. Cuando tienen la altura deseada se banquea y se traspasa a una maceta, donde dura un año al cuidado de los agricultores para darles la fuerza que necesitan y se logren adaptar.
Todos los arbolitos que ponen en renta son cultivados por productores mexiquenses, en plantaciones sustentables, autorizadas por Semarnat, con el apoyo de Probosque y Conafor, para que, una vez terminada la temporada navideña, se recolectan los árboles y sirva para reforestar los bosques.
Su frase es “Esta Navidad no cortes árboles, compra o renta un árbol, por una Navidad verde y sustentable para que disfrutes por siempre del medio ambiente” porque, aunque los recolectados en los municipios sirven para composta y ésta resulta útil, no se comparan con los beneficios que da un árbol vivo.
La oferta se abre desde el mes de octubre, en el cual se apartan y dan a precio especial. Las fechas para empezar a hacer las entregan empiezan a mediados de noviembre y la recolección a partir del 9 de enero, cuando ya pasaron Los Reyes, y en casos específicos, como es en oficinas, donde salen de vacaciones, van antes para que pueda ser cuidado y regado como corresponde.
El objetivo principal, sostiene, es hacer conciencia de la importancia de su cuidado y de los beneficios que aportan al medio ambiente. En lugar de esperar que un árbol usado para reforestación crezca, se puede usar este que ya tiene entre seis y siete años de vida.
El productor Humberto Epifanio reconoce que el costo pudiera no parecer atractivo si sólo se piensa en una Navidad, pero sí es muy valorado si se piensa en todo el ciclo de vida, con más de 100 años de beneficios incuantificables.
¿Dónde operan?
Actualmente sólo atienden la demanda para el Valle de Toluca y la Ciudad de México. Por cuestiones de distancia no resulta costeable ir más lejos para la entrega y luego la recolección, aunque sí hay quien se ha organizado y se ha llevado varias macetas para toda la familia, rentando alguna camioneta.
Han tenido peticiones de Cuernavaca y de Acapulco, pero les han aclarado que por el calor no durarían los árboles porque son de climas fríos, por lo cual no sería costeable el servicio.
No obstante, esas circunstancias si han logrado una buena demanda que año con año aumenta, con un promedio de 400 árboles vendidos el año pasado.
Índice de recuperación
Aunque se le da un instructivo y explica a la gente cuál es el cuidado que deben tener los árboles, como es no estar expuestos al sol, ni en la ventana sin protección, que debe ser regado cada tercer día, contar con un plato para el escurrimiento del agua.
Además de que no debe ser pintado con aerosol, ni cargar adornos demasiado pesados para que termine la Navidad en buen estado, no toda la gente cumple al pie de la letra las recomendaciones.
En promedio recuperan en buenas condiciones 80 por ciento de los árboles entregados, los cuales regresan nuevamente al suelo forestal, aunque también a escuelas, camellones, jardines públicos, donde son solicitados como donación para reforestar diversas áreas.
En algunos casos la gente que lo renta pide se lo dejen porque lo va a sembrar en su patio o en algún lugar específico donde le va a dar cuidado.
Esto no sólo sucede en casas de gran tamaño, tienen un caso donde la familia que lo rentó vive en un departamento en el piso octavo y ahí, en la terraza le construyó una gran jardinera donde el árbol se ha sabido adaptar hasta convertirse en el principal distintivo del edificio.
“Lo que buscamos es generar educación ambiental, saber cómo cuidar un árbol y apreciarlo en toda su magnitud, para que concluya su función de generar oxígeno, de cobijo a la fauna y eso lo puede hacer en una casa, en la calle o en el bosque. No queremos que se pierdan los años de trabajo en él ni el esfuerzo que la misma planta hacer por salir adelante a todas las posibles adversidades” refiere.
De los árboles que se plantan nuevamente en los bosques aprovechan las piñas como semilla y para seguirlos reproduciendo y generando macizos “aguantadores y resistentes”, capaces de pasar de la tierra a una maceta, a una casa.
Es decir, a un espacio cerrado y luego regresar a su ambiente natural, pues se van a bosques del municipio de Jilotzingo, en zonas aledañas a Valle de Bravo y en Chapa de Mota, sitios muy afectados por la tala clandestina que necesitan repoblarse.
Beneficios de rentar un árbol de navidad
- Tener un ser vivo más en la casa da una sensación diferente
- Educa a toda la familia sobre la importancia de cuidar un árbol.
- Ayuda al medio ambiente al capturar CO2 y producir oxígeno.
- Da refugio a las aves
- Cubre del sol
- Retiene y filtran el agua en el subsuelo
- Absorben los gases de efecto invernadero que son la causa del cambio climático
- Refuerza nuestra salud mental
- Y rentar un árbol de Navidad le ahorra a la naturaleza entre seis y siete años de trabajo.
EMG