El transitar por las calles de Puebla es una hazaña para las personas con discapacidad visual y ceguera; a cada paso, un escalón o banqueta se convierte en un obstáculo que pone en riesgo su integridad y vida, aunado a la falta de oportunidades e inclusión social y laboral.
De acuerdo con el estudio “¿Cómo se vive el tema de la discapacidad en Puebla?”, realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) y el Consejo Ciudadano para la Discapacidad en Puebla, hasta el cierre de 2020 en la entidad había más de 450 mil personas con algún tipo de discapacidad y la de tipo visual reportaba un mayor registro.
Ante ello, en el Instituto de Rehabilitación en Pro del Aprendizaje e Integración para Ciegos y Débiles Visuales (IRAI AC) enseña a este sector a usar el bastón, además de que brinda oportunidades de autoempleo a través de talleres de bisutería, elaboración de bodas artesanales y hasta globoflexia.
“Comenzamos a platicar sobre su estabilidad emocional, cuando quedan con la discapacidad. A través de esto (se busca) que tengan confianza para integrarse a la sociedad por sí solos. A muchos les cuesta salir, la mayoría son diabéticos, se les sube la presión y les preguntamos hasta dónde pueden ir avanzando”, destacó Daniel Aguilar, integrante de IRAI AC.
Este 3 de diciembre, en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, organizaciones civiles hicieron un llamado a mayor visibilidad y atención a su sector poblacional, el cual consideran que ha estado marginado y enfrenta desigualdad de oportunidades.
“Lo que pueden vender por ahora es con vecinos y conocidos. No hemos podido tener puntos de venta, aquí estamos impartiendo las clases, lo importante es que vean en nosotros más que nuestra discapacidad, la capacidad que tenemos para poder trabajar, y que compren nuestras artesanía porque son de calidad”, dijo Blasina Viveros, directora de la organización.
IRAI AC pone a disposición de los interesados la adquisición de sus artesanías, además si alguna persona quiere brindar un donativo lo puede hacer en la asociación ubicada en la Casa de la Familia ubicada en la 9 Oriente número 5, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, a donde las personas con debilidad visual y ceguera acuden los miércoles y viernes para recibir clases con el fin de autoemplearse.
“Me dedico a tejer bolsas de macramé. He realizado una bolsa en un tiempo de una semana pero hecho 20 en total. También hago collares y pulseras, (...) es complicada nuestra situación y más en pandemia”, dijo Yolanda González.
AFM