Los puestos de flores que se ubican afuera del Panteón Municipal de Pachuca visten de colores la entrada a este espacio, que está habilitado desde el año de 1900 y ha sido la pandemia la que detuvo la tradición de miles de personas de llevarle flores a los restos de sus seres queridos que descansan en este lugar.
Pese a que desde el viernes dio inicio la llegada de familiares para limpiar y adornar las tumbas, poca ha sido la venta de flores de cempasúchil de acuerdo a Lorenza Hernández, portavoz de las floristas que trabajan en esta sección del panteón.
“Desde hace dos años que no podíamos vender flores en este Día de Muertos, no como en años anteriores a la pandemia, porque el año pasado nos dejaron vender hasta el 31 de octubre.
Pero como en estos dos años no dejaron entrar a la gente pues las ventas se cayeron, pero este año que ya abrieron el panteón, desde enero, no ha repuntado como esperábamos, solo como en un 30 por ciento pero tenemos esperanza de que mañana miércoles 2 de noviembre, haya más gente, porque ahorita no llega ni al 50 por ciento de la gente que solía venir en estas fechas”, indicó.
Este martes, desde las 7:30 de la mañana comenzó a llegar la gente, pero Lorenza señala que no han vendido lo suficiente para concluir con la flor que adquirieron con diferentes proveedores.
Expuso que la economía familiar también ha tenido que ver con el poco consumo de flores para adornar las tumbas, “pero nosotros andamos afectados desde pandemia, porque primero nos cerraron por mucho tiempo y luego vendíamos un día sí y al otro no, y de 22 que éramos, 13 nos quedamos, así que siete trabajaban un día y al otro día seis y así nos fuimos rolando.
“Es por eso que andamos preocupados porque pensamos que, a partir del día del padre se iba a mejorar la situación, pero esto no ha sido así. A veces solo vendemos 200 pesos y yo me he ido con 50 pesos que no alcanza ni para cubrir los pasajes”, expuso.
Es por ello que invitó a la sociedad a visitar a sus difuntos, a consumir local y a lograr que se reactive el sector que sigue sin despegar, pese a que la flor no ha tenido un incremento a su precio, “pero la gente compra menos y eso también nos perjudica”, concluyó.