El contenido para adultos, hoy en día, se ha vuelto un producto de consumo, que se encuentra al alcance de cualquier persona, ya sea por internet, televisión o revistas y a la larga puede generar una adicción y problemas disfuncionales del cerebro.
De acuerdo con la investigadora de la UNAM, Gabriela Orozco Calderón, ver material pornográfico de manera excesiva puede influir en que la persona desarrolle una enfermedad crónica en el cerebro afectando la motivación y memoria de manera radical.
"Ver este tipo de contenidos, a la larga afecta el funcionamiento de áreas cerebrales como son los lóbulos frontales, que se encargan de funciones cognitivas y funciones conductuales".
"En el momento en el que empieza a generar el proceso adictivo, las zonas cerebrales involucradas en la activación sexual, como el circuito de la recompensa; que incluye área tegmental-vectral , amígdala que están vinculada con emociones y conductas físico y verbal que va desde la curiosidad hasta la carencia afectiva".
De acuerdo con la especialista, estos contenidos puede generar pensamientos de fracaso, sentimientos negativos, soledad, ansiedad y depresión.
Principales razones de ver contenido para adultos
Las principales causas que generan el ver contenido para adultos son la curiosidad, carencia afectiva o mala educación sexual a temprana edad.
En la parte física, se asocia con cambios hormonales en la adolescencia, abuso sexual o maltrato físico y verbal.
Además, se asocia con la impotencia sexual, con la frigidez, un aumento en la masturbación obsesiva, eyaculación precoz, culpa, vergüenza, ira, comportamiento obsesivo compulsivo, aislamiento social, rechazo al sexo opuesto, problemas en la vida sexual de la pareja, así como la necesidad de experimentar la sexualidad en sujetos a temprana edad.
Para el tratamiento de este padecimiento, es necesario ayuda profesional, ya sea un psicólogo o terapeutas relacionados con adicciones de índole sexual.
Cabe señalar, que las medidas principales para evitarlo son el control parental en internet y la educación sexual orientada a una equidad de género.
En el caso de niñas y niños, es necesario que los padres o adultos vigilen el contenido al cual se exponen y promover prácticas adecuadas a su edad, actividades lúdicas y deportivas.
EMG