En México, la política para atender los problemas migratorios pasó de principios prohibicionistas a acciones militares, situación que se traduce en que se formen caravanas en las que se solicita respeto a los derechos humano. El rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, Mario Ernesto Patrón Sánchez, cuestionó que, en lugar de privilegiar el respeto de los derechos humanos, se estén siguiendo los principios establecidos por Estados Unidos.
Al analizar el tema de la crisis migratoria que se presenta en México, el rector de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita destacó que ahora, las fuerzas armadas y la Guardia Nacional están intentando contener el paso de los migrantes.
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Después de que la Secretaría de Gobernación del estado de Puebla dio a conocer que la caravana migrante que trata de recorrer México desde el sur hasta la frontera norte pasó por Xoxtla en su camino hacia la Ciudad de México con alrededor de 300 personas, Patrón Sánchez lamentó que la pauta para atender el paso de quienes buscan cumplir el llamado “sueño americano” está marcada por las políticas del gobierno de Estados Unidos.
“En el tema migratorio va marcando la pauta Estados Unidos. Ahora, gradualmente, pasamos de una política prohibicionista a una política militarista porque la implementación de la política migratoria se le está encargando a las fuerzas armadas y a la Guardia Nacional”, destacó.
Con la militarización de las estrategias para atender los asuntos migratorios, se están presentando historias de abusos, de violaciones de derechos humanos, agresiones de todo tipo y de crisis humanitaria.
En su oportunidad, Guillermo Yrizar Barbosa, responsable de Asuntos Migratorios en el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Ibero Puebla, destacó que la población más vulnerable son los migrantes, es decir, los llamados sin papeles.
“Los migrantes no sólo no pueden beneficiarse de los programas sociales, sino que se encuentran en el desempleo o realizando actividades informales que ponen en riesgo su salud”, destacó el especialista.
Resaltó que desde las amenazas arancelarias que realizó el entonces presidente, Donald Trump, los gobiernos de México y Estados unidos están colaborado para restringir el flujo migratorio, especialmente de manera ilegal.
Comentó que antes de las nuevas políticas migratorias de Estados Unidos, el cruce debía ser por necesidades esenciales y quienes pisaban suelo estadounidense debían ser residentes de aquel país o contar con una visa escolar o laboral específica.
“México se ha encargado de difundir las disposiciones que, en mayor medida, han sido tomadas por el gobierno de la nación vecina. Si bien el movimiento migratorio ha sido restringido por México y Estados unidos, esto no implica que las personas reciben alternativas ante el cierre fronterizo. Muchas de ellas se encuentran varadas a la espera de que se les apoye. Debe recordarse que muchas de estas personas provienen de países de Centroamérica”, destacó.
AFM