Alejandro Pérez Guzmán es panadero desde hace 30 años y ama su oficio con el que hace magia y ofrece aún la Rosca de Reyes tradicional que sigue vigente.
Entre el ruido de las batidoras que utiliza para mezclar cada uno de los ingredientes que requiere para formar las roscas, asegura que ha sido difícil mantener la producción ante el incremento de los precios de cada producto y, pese a ello, el incremento en el precio no ha sido mucho debido a que desea que se vendan, ante la competencia que actualmente existe en el mercado.
“Los productos han sufrido incremento de precios por ejemplo la harina que subió muchísimo porque antes la comprábamos en 360 pesos el bulto, en aproximado, y actualmente está entre 750 a 800 pesos los 20 kilos.
“Pero también la mantequilla como en 70 por ciento, o la manteca que también duplicó su precio, es decir, que nos cuesta más realizar la Rosca de Reyes, pero debemos mantener la tradición, sobre todo porque hay mucha competencia”, indica Alejandro.
Su preparación y término total de un pan como este que se come en estos días en todo México, lleva más de cuatro horas para estar lista y salir a la venta, ya que, desde hacer que la levadura esté lista para actuar con la masa para que ésta tome fuerza, se requieren más de 20 minutos, ya luego se va agregando cada ingrediente: la harina, mucha mantequilla, una pisca de esencia de naranja y demás ingredientes para que se haga la rosca que Alejandro también rellena con zarzamora y queso Philadelphia o cajeta con nuez.
“No se puede subir mucho el precio de nuestro producto porque hay competencia, pero nosotros manejamos precios desde 150 que es la tradicional, la rellena varía entre 250 a 300 pesos, depende si es mediana o grande, pero lo que sí podemos decir, que se hacen con el entusiasmo de siempre”, concluyó.
El origen de la Rosca de Reyes es una tradición que tuvo sus comienzos en la Edad Media (siglo XIV) en países europeos como Francia y España que poco tiempo después, llegó a México durante la conquista. Desde entonces es costumbre partir una rosca de pan, la cual se caracteriza por tener forma circular, símbolo del amor eterno de Dios que no tiene principio ni fin.
Para los cristianos, la forma ovalada de la rosca, representa el círculo infinito del amor a Dios. Las frutas secas cristalizadas que adornan el pan, simbolizan las joyas incrustadas en las coronas de los Reyes Magos, el muñeco escondido, representa al Niño Jesús.