De joven Brenda se visualizaba como una mamá soltera. Ella decía que aunque no tuviera un novio, una pareja o no se casara quería tener un bebé y lo iba a sacar adelante. Así sucedió.
El día que su hija nació un montón de emociones se arremolinaron en su cuerpo: felicidad, angustia, incertidumbre, no saber qué va a suceder y cuestionarse todo el tiempo si sería la mejor mamá o no.
-Cuando te la entregaron en los brazos en el hospital ¿qué sentiste?
-Fue bonito, la verdad es que yo no sabía si iba a ser niña o niño porque no quería saber su sexo, cuando nació la escuché llorar y lo primero que pregunté fue si era niña o niño y me dijeron que era una niña, yo creía que iba a ser un niño.
-¿Por qué creías que iba a ser un niño?
-Por que se movía mucho. Ríe. Y porque en mi familia siempre ha habido puros niños, tengo tres hermanos, luego mis sobrinos pero no había otra niña.
Este 10 de mayo, Brenda Yáñez Estrada, de 34 años de edad, originaria de Actopan, Hidalgo y avecindada en la Ciudad de México, celebrará el Día de las madres en el festival de su hija en la capital del país, va a descansar porque en su trabajo le dieron el día y por la tarde visitará a su mamá en Tula de Allende.
-¿Cómo han sido estos primeros diez años como mamá?
-Los primeros años fueron bonitos pero también por momentos complicados, ahora que mi hija ya está más grande es más sencillo. Ser mamá es un amor incondicional.
Andrea Carolina Zamora Yáñez es la hija de Brenda, tiene diez años de edad, va en cuarto de primaria, quiere estudiar medicina y de grande ser traumatóloga. Andrea vino a este mundo cuando Brenda tenía 24 años.
Después de que Andrea nació Brenda solo estuvo cuatro años con el padre de su hija. Los últimos seis años la ha criado ella sola allá en el centro del país entre la escuela, paseos y momentos juntas.
-¿Por qué te separaste de tu pareja?
-Porque era una situación donde había violencia, violencia de ambas partes tengo que reconocerlo, era una situación complicada de sobrellevar, finalmente nos separamos por una infidelidad.
-¿Te ha sido difícil criar y educar a tu hija como mamá soltera?
-Más que difícil ha sido más bonito para mí porque estando con su papá era muy complicado porque era la presión de convivir con dos niños y desde que me separé creo que he crecido en lo profesional, en lo económico y he tenido la oportunidad de criar a mi hija en un ambiente mucho más sano y donde la veo más feliz y contenta.
Brenda es reportera en la Ciudad de México en Expansión y entre su labor de informar sobre el acontecer en materia política en la capital del país también ha entrevistado a compañeros de profesión como Marcela Turati, la multigalardonada periodista mexicana.
El día que se enteró que estaba embarazada Brenda tuvo la oportunidad de decidir si quería ser o no mamá. Lo pensó por dos semanas y decidió que lo sería, quería tener a su bebé. Su hija nació el 23 de enero de 2014 en Huichapan tras una cesárea.
En la maternidad Brenda siempre estuvo acompañada de su mamá, doña Carolina, porque ella aún estaba estudiando la maestría en Ciencias Sociales, ella fue su guía los primeros años y en los primeros pasos de Andrea.
Durante la pandemia del covid-19 Brenda tuvo la oportunidad de pasar más tiempo con su hija en casa y lo disfrutó. Antes de eso pasaba pocos momentos con ella por el trabajo y al estar juntas miró cómo iba creciendo poco a poco.
-¿Cómo es Andrea ahora que tiene diez años?
-La verdad es que es una niña muy buena, muy inteligente, entiende muchas cosas, está muy adelantada a otros niños. Es una niña muy aplicada, muy responsable, le gusta explorar, leer, convivir.
-¿Y cómo ha sido salir adelante siendo mamá soltera?
-Hay veces que es complicado porque uno tiene el estrés del trabajo y ella también demanda tiempo, pero ya cuando hablo con ella trata de entenderlo.
A Brenda no le gusta que le llamen “mamá luchona”. Ríe. La joven bajita, cabello chino y sonrisa fácil, cree que todas las mamás son luchonas y no solo por el hecho de ser mamás solteras.
Brenda solo tiene amor para su hija. Ve a Andrea en un futuro como una mujer preparada, lista para todo, con metas muy claras. Brenda se ve así misma también en un futuro retomando las actividades que le gustan como viajar e ir a conciertos.
-¿Y tendrías otro hijo?
-Pues hay veces que lo planteo pero falta con quién. -Brenda vuelve a reír-. Ya no estoy tan joven pero si algún día llegara a pasar yo estaría muy contenta de que sucediera pero si no pues no, creo que con mi hija ha sido más que suficiente.