En el marco del Día Mundial de la Obesidad y con el compromiso de ayudar a las personas con sobrepeso y obesidad a lograr una vida más saludable, y con ello prevenir y contribuir el control de enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, el Programa Allurion, de reciente introducción en México, realizó una rueda de prensa en el estado en la que aseguró que ya superó los 100 mil pacientes tratados por medio de un balón gástrico.
El cual, detallaron los especialistas, no requiere cirugía, ni endoscopia, ni anestesia para su colocación y extracción.
De acuerdo con el doctor Jerónimo Monterrubio, cirujano bariatra, certificado por el Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas A.C., existe un 75 por ciento de la población mexicana adulta con sobrepeso y obesidad.
"Estas dos condiciones tienen un impacto en la salud, la autoestima e incluso la apariencia física. Sin embargo, muchas personas pasan del entusiasmo a la frustración cuando a pesar de buscar una solución para disminuir su peso, con dietas, ejercicio o suplementos, no logran conseguirlo", reconoció el experto.
Durante su intervención, la doctora Mónica Garza, especialista en Nutrición Bariátrica y Genética Nutricional, destacó que, organismos internacionales como la Asociación Americana de Diabetes (ADA), recomiendan tener mayor énfasis en la pérdida de peso como parte de un enfoque holístico para el manejo de la diabetes, "ya que una pérdida de peso de entre el 10 al 15 por ciento o más en un paciente, promueve una mejora metabólica y puede conducir a la remisión de la diabetes.
“En ese sentido, este programa proporciona una herramienta efectiva para reducir la hemoglobina glucosilada (HbA1c) y contribuir en la remisión tanto la prediabetes como la diabetes tipo 2”, enfatizó.
Por su parte el doctor Manuel García Garza, médico cirujano de excelencia en Cirugía Metabólica y Bariátrica, explicó que el procedimiento para la colocación del citado balón se realiza durante una breve consulta ambulatoria de alrededor de 15 minutos, donde previa evaluación aprobatoria y bajo la supervisión de un equipo médico, el paciente ingiere una cápsula que contiene el balón gástrico unido a un delgado catéter.
"Tras confirmar mediante una primera radiografía que el balón se encuentra en el estómago, se llena con 550 mililitros de solución estéril y se verifica su correcta colocación a través de una segunda radiografía.
“A partir de ese momento, el espacio que ocupa el balón en el estómago inducirá la pérdida de peso al incrementar la sensación de saciedad, retrasar el vaciado gástrico y reducir la cantidad de alimentos ingeridos en cada comida, y una vez transcurridas aproximadamente 16 semanas, el balón se vacía automáticamente y se evacúa de forma natural, sin ninguna complicación”, precisó.