Para la señora Teresa, el Día de las madres dejó de ser un festejo desde que murió su hija

Historia

La señora Teresa perdió a su hija por covid-19, no pudo verla en sus últimos días de vida porque debía evitar el contagio de la enfermedad y cuando le avisaron de su muerte, ya la habían cremado

Este Día de las Madres visitó la tumba de su mamá y hermanos, pero no ha podido llorarle a su hija (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca; Hidalgo /

Teresa Flores llegó desde temprano al Panteón Municipal de Pachuca, con un ramo de flores en sus brazos, y un balde de agua para colocarlas en la tumba de su madre, quien falleció hace más de dos décadas, así como a sus hermanos, a quienes les puede llorar, pero no así a su hija Dulce Ivonne quien falleció hace poco más de dos años y medio de covid-19, con 36 años de edad, y a quien no puedo despedir, ni ha podido llorar porque sus cenizas están en la casa donde vivía con su esposo e hijos.

“A mi hija la perdí con la pandemia, pero no me la quieren soltar porque la tiene su esposo en su casa, pero me gustaría llorarle porque no la vi en sus últimos días y creo que un día la veré, entrando a mi casa.
 Mis hijos fueron quienes la atendieron en su casa y me dijeron que estaba enferma, pero no querían que fuera a verla para evitar que me contagiara, además de que tenía a mis nietos en mi casa, pero cuando me dijeron que se la iban a llevar al hospital me dolió porque sé que ella no se quería internar, pero una doctora dijo que era lo mejor, pero murió”, recuerda Teresa con lágrimas en los ojos.

El dolor que lleva en su pecho, asegura, “no se lo deseo a nadie”, por lo que espera que, en algún momento, le regresen las cenizas de su hija para poder llorar su muerte, pero respeta la decisión de su yerno.

“Fue en el 2021 cuando la perdí, cuando se fue y aún no lo puedo creer y sigo esperando que ella entre y me diga ‘fue una broma’, pero me he tenido que aguantar el dolor, ese que está dentro de mí y lo hago por mis dos nietos que me visitan de forma frecuente y es una manera de tenerla conmigo.
 Cada uno de mis hijos han hecho su vida y yo vivo con uno de mis hijos, pero se va a trabajar desde temprano y pues me la paso sola, por lo que no he podido sacar el dolor de mi corazón”, dice, mientras sigue caminando por la calle principal del panteón para llevarle las flores a su mamá.

Así como ella, otras personas llegaron este Día de las Madres desde temprana hora para ofrecerle flores y limpieza a las tumbas o criptas donde descansan los cuerpos de sus seres queridos, de sus madres o hermanas en el Panteón Municipal, en donde se presentaron grupos musicales que interpretaban melodías diversas para familias que lloraban la muerte de sus madres.

Teresa recorrió otra calle paralela a la principal, mientras trata de cubrir su cabeza del sol que abrazó desde temprano a la capital del estado, pero pese a ello, la gente llegó gustosa a “visitar” a sus seres queridos y honrarlos en este Día de las Madres.

Las florerías que abrieron desde temprana hora ofrecieron promociones para los visitantes que llevaban por ramos las flores que colocarían en las tumbas, “se incrementaron hasta en un 40 por ciento las ventas en comparación con el año pasado, lo que nos alegra mucho”, indicó.

Teresa vació los jarrones secos para colocar agua y ponerle flores nuevas y frescas a la tumba de su madre, mientras reza, pide e implora todas las noches volver a ver a Dulce Ivonne, o dormir temprano “para olvidarme de todo y no pensar en que mi hija ya no está, que no la pude ver en sus últimos momentos por el que mi corazón se parte, y por lo que, los Días de las Madres ya no son un festejo para mí”.


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