Cercano el mediodía el Reloj Monumental de Pachuca es testigo de la pequeña casa de los tres Reyes Magos: Melchor Gaspar y Baltazar, quienes recorren el espacio regalando sonrisas e ilusión a niños y niñas que pasean por la Plaza Independencia en estos días previos al cinco de enero, fecha en la que entregan regalos a todos niños y niñas que se portaron bien, y aquellos que no tanto, porque todos merecen un obsequio en esta fecha tradicional.
El camello, caballo y elefante permanecen estáticos en el fondo, guardando la magia para recorrer el mundo en próximos días, pero que de momento sirven como un escenario ideal para que las familias se tomen una foto con los tres actores principales de la época.
Una pequeña se acerca, tímida, pero la ilusión de conocer a estos personajes es mayor y al final regala un abrazo y una sonrisa a los tres Reyes Magos, sin dudarlo la coronan y la colocan en el caballo para tomar una fotografía; poco después se imprime y se entrega a la familia, un recuerdo para toda la vida.
Bajo los sombreros, barbas y vestimenta Melchor, Gaspar y Baltazar ocultan una de sus tantas identidades secretas, en esta ocasión se hacen llamar Jesús Ángel García Serrano, Jonathan Mateo y Luis David Mateo; quienes dedicaron unos minutos a Milenio para contar un poco cómo es que después de tantos años, y su apretada agenda, se dan espacio para instalar su pequeña carpa y regalar estos recuerdos a los pequeños del hogar.
“Más que nada nosotros igual tuvimos esa ilusión, fuimos niños, ver a los niños y niñas alegres es una motivación para que esta tradición siga viva, es algo que impartimos desde años, es una tradición de cada año, no sólo para niños y niñas, sino para la familia también; porque la foto no sólo la piden los niños y niñas, adultos mayores, los padres de familia, e incluso personas o parejas que no tienen hijos, es parte de esa emoción que nos da el Día de Reyes”, coincidieron.
Las generaciones van cambiando con los años, reconocen los Reyes Magos, no sólo porque los niños y niñas cambian la lista de regalos que quieren, “ya no nos piden juguetes como antes, quieren celulares, tabletas, lap tops, todo más electrónico”, pero la ilusión se mantiene, esa idea de que tres extraños obsequien ropa, juguetes o diversos artículos por un año de buenas acciones, calificaciones, o simplemente por hacer caso a los padres, es una recompensa que no niegan.
Incluso, reconoce Gaspar, la dinámica con los niños y niñas cambia, no sólo en la demanda de fotografías con ellos, sino en su trato general, “es leve, ya no es como antes que los niños y niñas pedían un abrazo al verte, corrían a conocerte; ahora no, ahora es sólo los saludo desde lejos, ha bajado un poco todo esto, siguen varios niños y niñas creyendo en nosotros, pero les cuesta más expresar su cariño por nosotros”.
Los tres Reyes Magos reconocen que su mayor regalo en estas fechas es una sonrisa, un abrazo de parte de los niños y niñas, es la motivación para regresar año con año a esta sede con toda su tienda y regalar un momento mágico a las personas, pues al ser reyes y obsequiar tantas cosas en un día al año, el dinero no es la principal motivación.
“Una de esas cosas son los abrazos y sonrisas que dejan los niños y niñas, al preguntar qué van a pedir de regalo y te cuentan, prometen portarse bien con tal de recibirlo, pero al dar ese abrazo nos motiva a seguir vestidos así en estas épocas, también mantiene viva esa ilusión para que toda la familia sienta que se esta viviendo todo esto. Son las sonrisas de los niños y esa cara alegre, se emocionan al verte. Los abrazos, su cara de felicidad, e incluso a veces llegan a darte una carta que dice te quieren mucho y desean que te vaya bien, eso es lo que motiva”.
Dicen que todo lo bueno llega a su fin, eso mismo sucede con los Reyes Magos, quienes después del seis de enero desaparecen del ojo público para regresar a verificar que los niños y niñas se sigan portando bien, que disfruten sus juguetes, que sigan queriendo a sus familias, y con ello cada año, el seis de enero, vuelven a regalar sonrisas en el mundo.
Pero, para sus identidades secretas, al menos las que utilizan el día de hoy, deben retomar sus deberes y su vida cotidiana, no sorprende que Gaspar, alias Jesús Ángel García Serrano sea un estudiante de Docencia en Educación Primaria, así mantiene el contacto directo con los y las menores sin darse a notar; mientras que Baltazar y Melchor, Jonathan Mateo y Luis David Mateo, optan por una vida de comerciantes, deben saber de negocios para continuar con los regalos año tras año, pues pretenden seguir brindando sonrisas y sobre todo ilusión, no sólo en este 2024, sino en años posteriores.