A Brenda Yadira Gámez el apodo le calzó perfecto: Güera la trailera. Una mexicana que se colocó a la cabeza de una organización que traficó decenas de migrantes a Estados Unidos, y como su apodo, lo hizo en las cajas de trailers que iban desde Tamaulipas hasta Estados Unidos. Durante años, sin que nadie la descubriera.
Pero otros, como José Luis Vega Arzate, un hombre de Nuevo Laredo, jamás planeó convertirse en trailero. Era su pase a Estados Unidos. Y es que los coyotes le ofrecieron un trato irrechazable: si intercambiaba con el chofer del tráiler en una revisión migratoria, le descontarían mucho dinero, de los 8 mil que tenía que pagar por su cruce ilegal a ese país.
El hecho es que obligados por las circunstancias o planeado minuciosamente, 68 personas han conducido —a la cárcel o a la muerte— a unos 2 mil 976 migrantes desde la frontera mexicana hasta Estados Unidos en las cajas de trailers, donde muchas veces viven momentos de terror a temperaturas de hasta 50 grados centígrados.
Una investigación de MILENIO, con base a reportes del Departamento de Justicia, revela que la tragedia de junio de 2022, donde murieron 51 migrantes asfixiados y deshidratados en la cajuela de un trailer, es la punta del iceberg de un modo de operación que solo va en ascenso.
Los informes del Departamento de Justicia señalan que el número de traileros detenidos se ha disparado entre 2019 y 2022, siendo este último el periodo en que más personas fueron arrestadas, luego de investigaciones por parte de las autoridades de seguridad.
Solo en el último año fueron detenidas 26 personas que transportaban entre 5 y 145 personas en las cajas de estos vehículos diseñados para transportar carga pesada como frutas y mercancías que cruzan diariamente las fronteras mexicanas.
El epicentro de esta operación es Texas y los trailers salieron repletos de migrantes, sobre todo mexicanos, pero también centroamericanos y hasta ciudadanos chinos de ciudades como Nuevo Laredo y Matamoros, en Tamaulipas.
En muchas ocasiones sus muertes han sido despiadadas: los han dejado morir sin una gota de agua, asfixiados mientras los choferes dormían, estaban drogados o escapaban de las autoridades migratorias. Ni sus gritos desesperados durante horas los hizo abrir la puerta del trailer.
En otros casos, después de varias horas se dieron cuenta que la gente que traían en la caja de metal había fallecido y entonces decidieron echar sus cuerpos en el inclemente desierto. Como si fueran nada. Sin que sus familias supieran que habían perdido la vida.
En mayo de 2021, unos meses antes de la tragedia del trailer del Texas, un caso ya había prendido las alertas: apareció el cuerpo de una joven indígena guatemalteca en las afueras de Odessa, también en Texas.
Según la reconstrucción que han hecho las autoridades, todo empezó unas semanas antes, cuando dos traileros llamados Gael Galicia y Tercero González ofrecieron a un grupo de migrantes guatemaltecos cruzarlos desde México a Estados Unidos. A pesar del riesgo, las familias pagaron hasta 12 mil dólares. La joven fue la única que murió en el traslado.
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“Los trataron peor que animales”
A pesar de que los migrantes se han subido a las cajuelas de los trailers y viven condiciones inhumanas y hacinamiento, la tarifa que han impuesto es muy alta: hay historias como las de Joseph Winslow, uno de los pocos ciudadanos norteamericanos de esta lista, que hizo que 145 personas aceptaran ir en su camión por hasta 10 mil dólares.
El hombre que estuvo apunto de provocar una tragedia por la cantidad de personas a bordo y en condiciones de hacinamiento, fue sentenciado en 2021 a pasar 6 años en una prisión federal.
En la tragedia del tráiler de Texas la tarifa base que se cobró fue de aproximadamente 9 mil dólares por persona. Cantidades exorbitantes de dinero que los migrantes esperan recuperar con el trabajo duro en ese país.
A los traileros poco les han importado los niños. En 2020 otro ciudadano norteamericano llamado Joseph Earl Stovall fue descubierto en un retén de la patrulla fronteriza. Venía desde México con 138 migrantes en la cajuela. Solo que, a diferencia de otras detenciones, aquí encontraron siete niños. La policía tuvo que romper las puertas para poder abrir la caja del tráiler.
Las historias se repiten: recoger en México, cruzar la frontera en completo silencio, casi sin respirar. El retén migratorio, los gritos desesperados y las autoridades forcejeando las puertas para ingresar. Dicen las autoridades migratorias en sus informes que a veces ha sido el olor de los cuerpos hacinados lo que hizo que los descubrieran.
A consecuencia de este tipo de migración, han sido detenidos decenas de choferes. En uno de los arrestos más recientes, ocurrido el 27 junio de 2022, fallecieron 53 migrantes provenientes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador. El conductor era Homero Zamorano, quien los llevaría desde Laredo hasta San Antonio.
Se sabe que él conducía el tráiler rojo por una fotografía que dio la vuelta al mundo. Una cámara de carretera lo captó, manejando y sonriendo. Lo catastrófico es que esa fotografía fue tomada en un retén de la Patrulla Fronteriza, quien no revisó el camión, lo que pudo haber evitado una de las peores tragedias de este tipo.
Los migrantes murieron porque el aire acondicionado del camión dejó de funcionar, en un día en que la temperatura alcanzó los 40 grados centígrados. Según las autoridades, aunque los migrantes gritaron y lloraron para que los dejara salir, el hombre estaba tan drogado con metanfetaminas que no hizo nada por ellos. “Los trataron peor que animales”, dirían más tarde las autoridades norteamericanas.
Actualmente, Zamorano enfrenta un proceso judicial y este diario tuvo acceso a su expediente abierto. En él puede leerse que apenas el 2 de agosto de 2022 el trailero se declaró no culpable de la muerte de los jóvenes y adultos que iban a cumplir el sueño americano.
Zamorano se enfrenta a un juicio completo, donde hasta el día de hoy la mayoría de los documentos han sido clasificados como reservados para preservar el caso. Sin embargo, las auttoridades han dejado la puerta abierta para ir por una condena de pena de muerte.
“El Fiscal General decidirá si busca la pena de muerte en un momento posterior”, dijo el Departamento de Justicia.
La tragedia de Texas dejó en evidencia también a las autoridades de aduanas, ya que el tráiler pasó retenes y atravesó carreteras federales que son monitoreadas 24 horas. Coincidentemente, el número de detenidos que iban desde México a Estados Unidos se disparó.
Y es que aunque no existen cifras oficiales a través de los informes públicos, este diario elaboró una base de datos que revela que desde el 2019 a la fecha han sido detenidos al menos 68 transportistas. 66 de ellos cruzaron la frontera de Texas.
Los años con más cruces de traileros fueron 2021 y 2022. La diferencia entre estos años se dispara considerablemente. En 2021 se encontraron 16 personas, mientras que durante el 2022 fueron detenidas 27.
La mayoría de los apellidos son latinos: los inmigrantes fueron conducidos a la muerte, a centros de detención y a deportaciones seguras por paisanos en la mayoría de los casos. Los traileros siempre fueron fríos e indiferentes y los trataron como números.
Las autoridades recuerdan que el día que encontraron el cuerpo de la migrante guatemalteca, había libros de contabilidad detallados y más de 100 teléfonos celulares.
La historia de Brenda Yadira Gámez, “Güera la Trailera”, demuestra la frialdad: utilizaba a un niño de 10 años para ayudarla a contrabandear personas desde México. Su función estaba en un hotel, a donde lleva a los migrantes.
Brenda fue sentenciada a pasar 10 años en una prisión. El año pasado apeló su sentencia, sin embargo, un tribunal denegó su petición. Una vez liberada será deportada a México, donde nació y desde donde llevó a decenas de personas en la caja de un tráiler.
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