Ubica la Secretaría de Salud de Nuevo León al fentanilo en zona de alarma

El director de Salud Mental y Adicciones, Juan José Roque Segovia, aseguró que la droga produce una gran afinidad cerebral y un síndrome de abstinencia demasiado intenso y muy peligroso

En EU, el fentanilo fue responsable de la muerte de casi 200 mil personas en 2021. Foto: Especial
César Cubero
Monterrey /

El director de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud de Nuevo León, Juan José Roque Segovia, recalcó que actualmente al fentanilo lo tienen ubicado como droga de riesgo en la entidad, y en una zona de alarma, debido a que produce gran afinidad cerebral, un síndrome de abstinencia demasiado intenso y muy peligroso.

Roque Segovia asegura que esta droga es adictiva, debido a la multiplicación de neuroreceptores intensa en el sistema nervioso, y una modificación de configuración del cerebro, por ello, destacó, es vital que una droga como esa no circule por el estado.

“Catalogamos ahorita el problema del fentanilo como una zona de alarma, no podemos permitir que eso empiece a circular.
“Con nosotros es, hasta el momento, una droga de riesgo, no está ahorita todavía dentro de las drogas de principal consumo en el estado, de hecho tenemos muy pocos consumidores que hemos detectado en los últimos tres años”, comentó.

De acuerdo con el especialista, en el año 2020 se detectó el primer caso de uso de fentanilo en la entidad, un joven de Baja California; en 2021 la cifra subió a siete; y en el año en curso a ocho, cuatro de ellos del estado “que estuvieron de intercambio”; en ninguno de ellos el fentanilo como su droga principal de consumo.

 “La última ocasión que escuchamos que se había encontrado un laboratorio clandestino fue en el 2019, en García; no estaba en producción, pero estaban por producir”, detalló.

Alto nivel adictivo

El fentanilo, agregó el especialista, es una sustancia que se deriva de los opiáceos que tiene un nivel adictivo muy alto, con la desventaja que se usa como medicamento, como inductor de anestesias.

“Para algunos pacientes que tienen problemas de cáncer terminal o que se van a someter a cirugías muy dolorosas todavía el fentanilo es opción, ahí se utiliza dentro de los márgenes médicos y es muy raro que alguien se quede adicto”, refirió.

Dentro de los consumidores de este tipo de sustancias, agregó el director de Salud Mental y Adicciones, casi en su mayoría son trabajadores del área médica, que tenían contacto previo con otra droga.

“Una de las razones por las que la gente se hace adicta muy fácilmente es el acceso y la disponibilidad, entre más accesible y más disponible, pues más vuelo agarra una adicción en una persona.
“Que es el problema que tenemos con las demás, la mariguana es muy accesible ahorita, los derivados de la metanfetamina son muy accesibles ahorita, se distribuyen demasiado en las comunidades; la cocaína, el crack, son drogas que circulan demasiado y llegan muy fácilmente a las comunidades”, enfatizó.

El problema con el fentanilo, añadió, es que es un derivado de los opiáceos como la morfina y la heroína, solamente que los efectos, por la afinidad que tiene con el cerebro, es mucho mayor; con una capacidad para ligarse a las células nerviosas de 20 o 30 veces.

Las drogas, explicó, funcionan porque se parecen químicamente a sustancias que produce el cuerpo llamadas neurotransmisores, y se utilizan para señalización, para comunicarse un grupo de células con otras.

“El fentanilo tiene la desventaja de que es ampliamente reconocido, a veces incluso más que nuestras propias sustancias, y dura demasiado tiempo en la proteína. La gente lo empieza a utilizar y las células nerviosas que producen los neurotransmisores los dejan de producir, porque ya los receptores están ocupados por el fentanilo. Y cuando se libera no se produce el neurotransmisor tuyo y andas desesperadísimo por la reacción y la gente lo que interpreta es ‘necesito más droga’”, mencionó.

Una mortalidad de 40%

A decir del doctor Roque Segovia, el efecto general por el consumo del fentanilo es que produce un estado metabólico muy comprometido que es muy difícil de aliviar, con jóvenes que terminan en cuidados intensivos “y muchos no la libran”. Pues aunque se da atención a los signos vitales del sujeto mientras el cerebro empieza a producir otra vez los neurotransmisores, el problema es que muchas células ya no existen. Y si son neurotransmisores que están ligados a la frecuencia cardiaca, a la respiración, la persona entra en compromiso, y tienen que intubarlo, darle respiración asistida.

“El tratamiento para la gente que se pone grave por fentanilo es bien difícil, tiene una mortalidad muy alta, casi de 40 por ciento, y es muy probable, si sobrevive, que se quede con muchas secuelas”, remató.

En Estados Unidos, afirmó, el fentanilo fue responsable de la muerte de casi 200 mil personas en el año 2021 y en lo que va de este año ya superaron esa cantidad, “por eso lo declararon una emergencia nacional”.

El fentanilo, dijo, se puede consumir de diferentes maneras: “Lo puedes tomar, inhalar, inyectarlo, en aerosol, en gotas, tiene muchas formas”.


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