Con cinco hijos que debe mantener y con la tragedia a cuestas, Javier Oviedo buscaba entre los escombros de su patrimonio algo que pudiera vender como chatarra.
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Cansado y a sabiendas de que el incendio en el llamado El Pozo, en la colonia Valles de San Bernabé, no les dejó nada, el hombre siguió con su ardua tarea mientras fue entrevistado por la plataforma MILENIO-Multimedios.
Con la esperanza, dijo, de sacar algo, aunque fuera para los camiones o algo de comida.
“No quedó nada”, contestó el hombre tras ser cuestionado sobre si su intención era rescatar algo.
“Esto es para la chatarra, para solventar los pasajes de los camiones, para la comida y algunos víveres”, explicó luego de levantar algunos materiales por los que consideró le pudieran dar algunos cuantos pesos.
Casi 20 años lleva Javier viviendo en ese lugar, mismo que es uno de tantos predios irregulares en el área metropolitana de Monterrey.
Aunque en el sitio se ha tenido la visita de autoridades estatales y municipales, el señor Oviedo aseguró que han visto más respuesta por parte de particulares que del gobierno.
“Hasta ahorita no nos han resuelto nada, hasta el momento no se han visto resultados, se echan la pelotita unos a otros.
“Y la gente ahorita ya está desesperada por lo que estamos pasando, y por parte del gobierno no estamos viendo nada, estamos recibiendo más respuesta de particulares”, aseguró una de las decenas de víctimas del incendio.
Realizan censo para conocer necesidades
Personal de gobierno del estado continuó ayer con sus visitas a la zona del siniestro para conocer sus necesidades e incluso ya se realizó un levantamiento de datos, dijo Martha Herrera, titular de la Secretaría de Igualdad e Inclusión.
“Tenemos a personal de la Secretaría y del municipio haciendo un levantamiento uno a uno (...). Tenemos 87 familias con nombre y apellido levantadas, vamos terminando hoy y mañana el inventario de las necesidades”.
La funcionaria aseguró que desde el domingo acudieron a revisar las necesidades de los vecinos e incluso se instaló un módulo del Registro Civil para que los afectados puedan recuperar sus documentos.
“Tenemos el módulo del Registro Civil en una casa de aquí al lado, que nos prestó un vecino, porque aquí no había forma de conectar la electricidad. “Gracias a un vecino pusimos ahí el módulo y ahorita hay fila de gente recuperando toda su documentación”, dijo Herrera.
Por su parte, Mariana Rodríguez, titular de la oficina Amar a Nuevo León, dijo que el apoyo sigue llegando.
“Me interesaba venir a mediodía para ver los daños, quedó sin nada, ver el espacio. Ahorita las donaciones se ven más que anoche. Gracias a Dios han llegado muchas más”, refirió.
“Somos de los mismos”
Tras enterarse de la noticia del siniestro, la panadería San José buscó la manera de unirse a la solidaridad por parte de la comunidad, y en un primer viaje les llevaron a las víctimas 90 roscas de Reyes.
Raymundo Durán y Ricardo Talavera, empleados de la pastelería, explicaron que realizaron esta acción con el fin de hacerles pasar un buen momento en este tiempo de crisis.
“San José siempre ha estado presente con los más necesitados. La pastelería es de barrio, somos de los mismos. Quisimos aportar algo para que en estas fechas previas al 6 de enero pasen un buen momento”.