Verde permuta, la tienda para intercambiar ropa sin dañar el ambiente

Verde Permuta es una boutique de ropa de segunda mano para intercambiar las prendas del clóset que ya no se usan, pero que se encuentran en perfectas condiciones.

La moda rápida alienta la compra y el desecho frecuente de ropa y accesorios. (Jesús Quintanar)
Ciudad de México /

Con colecciones que cambian constantemente y que se ofrecen a precios bajos, la llamada moda rápida alienta la compra y el desecho frecuente de ropa y accesorios, provocando una sobreproducción, con lo que es la segunda industria más contaminante.

Para contribuir a ponerle un freno a la moda rápida o fast fashion, las emprendedoras Melissa Veytia y Jennifer Emmons abrieron hace cinco años “Verde permuta”, una tienda de moda sostenible, que no es más que una boutique de ropa de segunda mano para intercambiar las prendas del clóset que ya no se usan, pero que se encuentran en perfectas condiciones.

“Encontramos la forma de que podíamos estrenar ropa sin que le costara al planeta y que fuera más accesible, más barato, empezamos haciendo como unas fiestas de intercambio hasta que evolucionamos a abrir esta tienda para que podamos intercambiar todos los días”, dijo Melissa Veytia.

Melissa Veytia y Jennifer Emmons, emprendedoras. (Jesús Quintanar)

De acuerdo con Jennifer Emmons, en promedio sólo usamos el 20 por ciento de la ropa que guardamos en el clóset, por lo que su propuesta invita a sacar eso que ya no se usa para que otras personas puedan aprovecharlo.

“El otro 80 por ciento no se usa y siempre está detrás de nuestro guardarropa olvidado. Estamos promoviendo que la gente en lugar de que vaya a tiendas a comprar cosas nuevas, utilice ese 80 por ciento de la ropa que no usa y se venga aquí a intercambiarlas por otras que sí va a usar”.

La tienda se ubica dentro del Bazar Fusión de la colonia Juárez y ya se ha consolidado entre sus clientas, a quienes les gusta estrenar, sin que sus prendas generen un mayor impacto ambiental.

“Yo tenía como mucha ropa que había sacado de limpieza de closet y dije no pierdo nada, veo cómo está la cosa y desde ahí no he dejado de venir, cuando hago limpieza y tengo ahí la ropa, pues prefiero venir a dejarla y la verdad tiene muchísimo que no compro ropa nueva”, dijo Saraí Avendaño.

En promedio, sólo usamos el 20 por ciento de la ropa que guardamos en el clóset. (Jesús Quintanar)

Melissa Veytia explicó cómo funciona el intercambio, dijo que las personas interesadas deben llevar la ropa en excelentes condiciones, “que no tengan ningún detalle, que no tengan manchas, ni bolitas y que estén a la moda y sean objetos deseables, los evaluamos, dependiendo el estado de la prenda, el tipo y la marca, le asignamos un valor, y de ese valor les compartimos a los clientes el 50 por ciento en crédito que lo puedan intercambiar por algo nuevo para ellas”.

Para Viviana Fierro, esta opción le ha permitido estrenar ropa, accesorios y calzado a bajo costo. 

“Me parece una buena alternativa, realmente encuentras variedad de productos, puedes traer los productos que ya no usas y llevarte las prendas que están en muy buen estado. Una de las principales motivaciones es el ecológico, como tanto consumo que se está generando hoy en día por la ropa y porque encuentras prendas muy buenas, de buena marca es como si estuvieras estrenando”.

Por su parte, Natalia Lever, directora para México y América Latina de The Climate Reality Project, sostuvo que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, “contamina más que los vuelos internacionales y que los viajes en barco, genera el 10 por ciento de los gases de efecto invernadero a nivel global”.

Además, resaltó que en los últimos años se duplicó el consumo de ropa y accesorios en todo el mundo; “según el Foro Económico Mundial se consumieron 60 por ciento más productos, ropa, y accesorios, entonces no solamente es consumir mejor, sino consumir menos, y esto aplica para ropa y cualquier otro producto”.

Dijo que solamente para fabricar un par de jeans y una playera de algodón se gastan más de 12 mil litros de agua, por lo que llamó a pensar mejor de qué manera nos vestimos.

“El modelo de negocios de la moda rápida es usar menos y consumir más y el modelo para un ambiente sano y sociedad más justa es consumir menos, usar más y pensar mejor. La industria de la moda es oportunidad muy creativa que nos permite ser consumidores más responsables”.
En los últimos años se duplicó el consumo de ropa y accesorios en todo el mundo. (Jesús Quintanar)

Melissa Veytia destacó, por su parte, que cuando devolvemos un artículo a la economía circular o le extendemos su vida útil alrededor de 2.2 años más, “logramos reducir su huella de carbono, su huella hídrica en 73 por ciento; nosotros pensamos que vendemos ropa que es mejor que nueva, ya que no aporta al problema, sino una solución”.

Así que también colaboran con diseñadoras que reciclar las prendas que ya no están en óptimas condiciones; por ejemplo, cuentan con una colección de chamarras elaborada por la diseñadora Ximena Corcuera.

“Con ella, básicamente hicimos una recolección de la ropa que estaba en malas condiciones y con retazos de esas prendas hicimos las chamarras (…) Ya cuando ni siquiera están en condiciones de irse a donación, para que no se vayan a basura nosotros utilizamos estas partes y justo hicimos esta colaboración”, apuntó.


EHR

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.